Estación: Otoño.
Meses: Septiembre, Octubre, Noviembre, Diciembre.
Temp. máx.: 15ºC.
Temp. min.: 6ºC.
Luna llena: 6 de Septiembre, 12 de Octubre, 15 de Noviembre, 10 de Diciembre.
Principio de Curso: 16 de Septiembre.
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Ambientación
Nos encontramos en 1942, en Hogwarts, un colegio mágico donde los jóvenes magos y brujas de todo Reino Unido e incluso de fuera se preparan para convertirse en el futuro del mundo mágico tal como lo conocemos. Como siempre, Hogwarts está considerada como una de las más importantes academias mágicas en todo el mundo, por eso mismo se valoran mucho a los magos y brujas que salen del mismo colegio de magia y hechicería. Armando Dippet, el director, en un alarde de innovación y viendo cómo estaban las cosas en el mundo mágico, fuera de Gran Bretaña decidió añadir dos nuevas asignaturas a enseñar en Hogwarts, asignaturas impartidas en dos de los colegios de magia más importantes junto a Hogwarts como son Beauxbatons y Durmstrang, siendo las propias asignaturas, Magia defensiva y ofensiva y Artes oscuras. La mayoría de magos siempre que aprenden sobre las Artes Oscuras se dan cuenta de lo perjudiciales que pueden ser y la mayoría deja siempre de tener esa curiosidad por utilizarlas, claro está que hay excepciones, pero así se evitaría que mucha gente las intentase aprender por su cuenta sin saber ni conocer los riesgos y consecuencias de las mismas... Por otro lado, la magia defensiva y ofensiva era una salida para arreglárselas fuera del colegio con todos esos magos y brujas intentando hacer el mal, sobre todo a los nacidos de muggles, mestizos o incluso de sangre pura que tolerasen a los propios impuros de sangre.
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Tu eliges[Emma]
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Heart of Darkness :: Hogwarts :: Séptimo piso :: Pasillos
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Tu eliges[Emma]
Extraño era que teniendo en cuenta mi historial me hubiesen cedido el puesto de prefecto de Slytherin cuando lo pedí. Me sentía fuera de mi ambiente portando la insignia en la capa pero me la había ganado, aunque.. eso comportase que tuviese que tener unas responsabilidades para con el colegio; patrullar por los pasillos y comprobar que todos y cada uno de los alumnos estuvieran en sus respectivos dormitorios. Bufé molesto ¿Por qué había aceptado convertirme en prefecto? La cosa era más que clara, para pasearme por los pisos superiores en busca de Gryffindors y Hufflepuffs fuera del toque de queda.
Saqué la varita del bolsillo interior de mi capa y con un simple "Lumos" dejé que el extremo se iluminase de un color blanco incandescente utilizando mi propia varita como si portase un candelabro para alumbrar el correspondiente pasillo de las mazmorras. Estuve diez, quince minutos patrullando encontrándome a unos cuantos Slytherins fuera del horario lectivo, pero pasando de largo a pesar del susto de más de uno. Aburrido de solo encontrar los de mi casta empecé a subir por las escaleras rumbo a la séptima planta, allí empezaría la criba y seguramente más de uno rogaría porque fuera clemente aquella noche, tal y como lo había sido con la casa de las serpientes.
Llegué al séptimo piso con la respiración entrecortada, jadeando por el esfuerzo y maldiciendo por lo bajo por hacer tal ahínco solo por reducir el marcador de los leones a cero, pero.. cualquier plan por pequeño que fuera, una vez cumplido tenía su recompensa así que no me podía quejar por las dificultades que se presentasen ante mí. Una vez en el pasillo apoyé mi espalda contra una de las paredes y respiré tranquilamente normalizando mi respiración unos cinco o siete minutos antes de proseguir mi marcha por territorio enemigo. Un ruido llamó mi atención, unos jadeos un tanto exagerados para mi gusto que salían del interior de un escobero. Prácticamente me reí entre dientes antes de abrir la puerta del propio escobero para encontrar una pareja retozando como conejos, la chica gritaba como una loca, el chico buscaba encontrar aire en sus pulmones, pero ambos se detuvieron al verme-50 puntos menos para Gryffindor-susurré tranquilamente y sonreí al ver como sus caras palidecían ante mi mirada. El chico balbuceó algo ininteligible y negué con la cabeza antes de levantar la mano que tenía libre de la varita acallándolo como un elfo doméstico-¿Prefieres que os lleve ante el director?-pregunté indiferente, cesando la discusión de forma tajante antes de quedarme mirando las curvas de la joven desnuda, que después de mi entrada se había quedado en shock; debía admitir que se había buscado un buen ejemplar, pero ella nunca sería suficiente para un Keane.
Miré la ropa que intentaban recoger y negué con la cabeza-Vais a volver a la sala común desnudos-afirmé mi sentencia mientras los apuntaba con mi varita-A no ser que prefiráis que sean 100 puntos menos para Gryffindor-siseé mientras dibujaba una sonrisa ladeada. Los gatitos asustados captaron la indirecta y se marcharon corriendo hacia la sala común, no pude evitar soltar una risotada ante aquella escena ¿Podrían ser más tontos aquellos leones? No, en definitiva.. desde los comienzos del sistema de casas esos rojos habían ido perdiendo valentía y ganando cobardía ¿A que podían ser leales? ¿Al corazón? - No me hagas reír.. - Negué con la cabeza y seguí con mi camino. La noche prometía.. solo faltaba ver contra quién me topaba ahora.
Saqué la varita del bolsillo interior de mi capa y con un simple "Lumos" dejé que el extremo se iluminase de un color blanco incandescente utilizando mi propia varita como si portase un candelabro para alumbrar el correspondiente pasillo de las mazmorras. Estuve diez, quince minutos patrullando encontrándome a unos cuantos Slytherins fuera del horario lectivo, pero pasando de largo a pesar del susto de más de uno. Aburrido de solo encontrar los de mi casta empecé a subir por las escaleras rumbo a la séptima planta, allí empezaría la criba y seguramente más de uno rogaría porque fuera clemente aquella noche, tal y como lo había sido con la casa de las serpientes.
Llegué al séptimo piso con la respiración entrecortada, jadeando por el esfuerzo y maldiciendo por lo bajo por hacer tal ahínco solo por reducir el marcador de los leones a cero, pero.. cualquier plan por pequeño que fuera, una vez cumplido tenía su recompensa así que no me podía quejar por las dificultades que se presentasen ante mí. Una vez en el pasillo apoyé mi espalda contra una de las paredes y respiré tranquilamente normalizando mi respiración unos cinco o siete minutos antes de proseguir mi marcha por territorio enemigo. Un ruido llamó mi atención, unos jadeos un tanto exagerados para mi gusto que salían del interior de un escobero. Prácticamente me reí entre dientes antes de abrir la puerta del propio escobero para encontrar una pareja retozando como conejos, la chica gritaba como una loca, el chico buscaba encontrar aire en sus pulmones, pero ambos se detuvieron al verme-50 puntos menos para Gryffindor-susurré tranquilamente y sonreí al ver como sus caras palidecían ante mi mirada. El chico balbuceó algo ininteligible y negué con la cabeza antes de levantar la mano que tenía libre de la varita acallándolo como un elfo doméstico-¿Prefieres que os lleve ante el director?-pregunté indiferente, cesando la discusión de forma tajante antes de quedarme mirando las curvas de la joven desnuda, que después de mi entrada se había quedado en shock; debía admitir que se había buscado un buen ejemplar, pero ella nunca sería suficiente para un Keane.
Miré la ropa que intentaban recoger y negué con la cabeza-Vais a volver a la sala común desnudos-afirmé mi sentencia mientras los apuntaba con mi varita-A no ser que prefiráis que sean 100 puntos menos para Gryffindor-siseé mientras dibujaba una sonrisa ladeada. Los gatitos asustados captaron la indirecta y se marcharon corriendo hacia la sala común, no pude evitar soltar una risotada ante aquella escena ¿Podrían ser más tontos aquellos leones? No, en definitiva.. desde los comienzos del sistema de casas esos rojos habían ido perdiendo valentía y ganando cobardía ¿A que podían ser leales? ¿Al corazón? - No me hagas reír.. - Negué con la cabeza y seguí con mi camino. La noche prometía.. solo faltaba ver contra quién me topaba ahora.
Robert A. Keane- Slytherin
- Edad : 16 años
Mensajes : 33
Re: Tu eliges[Emma]
Paseaba por los pasillos del castillo, en busca de alguien que incumpliera las normas. Tocaba turno de guardia y no iba a dejar que nada ni nadie se saliera con la suya, menos aquel Slytherin que no sabía ni como lo habían nombrado prefecto. ¿Qué se habían tomado antes de hacerlo? No quería dudar de ellos pero ciertamente no me dejaban otra opción. Pero tenía que centrarme en mi trabajo y para ello simplemente caminé con la varia encendida por los pasillos, mirando con atención cada rincón. Sin dejarme nada pasado por alto, todo parecía demasiado tranquilo por las primeras plantas, algo que me resultaba muy extraño. Tardé un largo tiempo hasta llegar a la planta más superior del castillo y me sorprendí por aquellos gritos no tan disimulados que había por aquella planta. Me acerqué poco a poco a aquel lugar para descubrir que era y de pronto me paré bruscamente apagando la varita en un susurro para observa como una luz tenue y lejana brillaba. Me quedé totalmente en silencio pegada contra una pared para escuchar todo lo que había y chasqueé la lengua por puro instinto cuando vi que se trataban de Gryffindor.
La pareja salió corriendo para la casa pero antes de que pasaran de largo por mi lado los paré.- Que sepáis que esto tendrá consecuencias. Vestiros y que sea la ultima vez que ocurre. Por vuestra culpa el resto quedamos mal. ¿Me habéis oído? Ahora lo dicho, vestiros y largaros.- Dije con un tono bastante molesto, serio y seco mientras no quitaba la mirada de aquel pelirrojo estúpido al que tanto le odiaba. Me acerqué con la mayor tranquilidad que podía sin retirar la mirada de lo que era su figura, y cuando era estaba lo suficientemente cerca, de sus ojos claros. Lo miré con tanta ira contenida que no sabía si iba a explotar.- ¿Cómo te atreves a decirles que vayan desnudos por los pasillos? ¿Es que has perdido la razón? Ah, no. Espera. Tú no tienes de eso, Keane.- Mi voz sonaba bastante molesta puesto que hiciera eso a mis compañeros de casa, aunque su acto hubiera sido de lo más asqueroso, estúpido y avergonzado, el no era un dios ni nada parecido para llegar hasta tal punto, si se tenía que poner un castigo eso sería hablándolo con el jefe de la casa.- Ten cuidado con lo que haces como prefecto. Que lo seas no significa que puedas hacer lo que se te plazca. Aun no sé como una serpiente como tú puede tener el cargo que posees, no eres merecedor de ello. - Lo miraba totalmente desafiante, y es que eso no era nada extraño. No sería la primera vez que acabásemos muy mal.
Miré a los lados unos segundos comprobando que no había nadie y que la cosa volvía a estar tranquila. Estaba intentando hablar lo más bajito que podía pero en ciertos momentos hablaba un poco alto, tampoco quería despertar los cuadros, que sería lo que me faltaba ya.. - Puedes largarte a tu zona, ya me encargo yo de esta.. Vaya a ser que se te crucen de nuevo las estupideces y te de por ir castigando a las personas en bolas. Era mejor castigo mandarles a limpiarlo a ellos con sus propias lenguas... Pero que sepas que el castigo debe ponérselo su jefe de casa. Me encargaré de que te pongan en tu lugar correspondido, no puedes ir por ahí de rositas tras esto. - Guardé mi varita, suficiente señal de que no quería llegar a la magia y menos a estas horas, pero no iba a permitir que nadie pasara por encima de los míos sin antes haber pasado por encima mío.- ¿Qué haces por aquí todavía? ¿Eres sordo o tengo que mandarte a tortas?- El enfadarme con él era demasiado fácil, y es que la rivalidad entre nosotros era indudable. Para mí, aunque no lo supiera, esto era parte del juego de niños chicos por ver quien era el mejor.
La pareja salió corriendo para la casa pero antes de que pasaran de largo por mi lado los paré.- Que sepáis que esto tendrá consecuencias. Vestiros y que sea la ultima vez que ocurre. Por vuestra culpa el resto quedamos mal. ¿Me habéis oído? Ahora lo dicho, vestiros y largaros.- Dije con un tono bastante molesto, serio y seco mientras no quitaba la mirada de aquel pelirrojo estúpido al que tanto le odiaba. Me acerqué con la mayor tranquilidad que podía sin retirar la mirada de lo que era su figura, y cuando era estaba lo suficientemente cerca, de sus ojos claros. Lo miré con tanta ira contenida que no sabía si iba a explotar.- ¿Cómo te atreves a decirles que vayan desnudos por los pasillos? ¿Es que has perdido la razón? Ah, no. Espera. Tú no tienes de eso, Keane.- Mi voz sonaba bastante molesta puesto que hiciera eso a mis compañeros de casa, aunque su acto hubiera sido de lo más asqueroso, estúpido y avergonzado, el no era un dios ni nada parecido para llegar hasta tal punto, si se tenía que poner un castigo eso sería hablándolo con el jefe de la casa.- Ten cuidado con lo que haces como prefecto. Que lo seas no significa que puedas hacer lo que se te plazca. Aun no sé como una serpiente como tú puede tener el cargo que posees, no eres merecedor de ello. - Lo miraba totalmente desafiante, y es que eso no era nada extraño. No sería la primera vez que acabásemos muy mal.
Miré a los lados unos segundos comprobando que no había nadie y que la cosa volvía a estar tranquila. Estaba intentando hablar lo más bajito que podía pero en ciertos momentos hablaba un poco alto, tampoco quería despertar los cuadros, que sería lo que me faltaba ya.. - Puedes largarte a tu zona, ya me encargo yo de esta.. Vaya a ser que se te crucen de nuevo las estupideces y te de por ir castigando a las personas en bolas. Era mejor castigo mandarles a limpiarlo a ellos con sus propias lenguas... Pero que sepas que el castigo debe ponérselo su jefe de casa. Me encargaré de que te pongan en tu lugar correspondido, no puedes ir por ahí de rositas tras esto. - Guardé mi varita, suficiente señal de que no quería llegar a la magia y menos a estas horas, pero no iba a permitir que nadie pasara por encima de los míos sin antes haber pasado por encima mío.- ¿Qué haces por aquí todavía? ¿Eres sordo o tengo que mandarte a tortas?- El enfadarme con él era demasiado fácil, y es que la rivalidad entre nosotros era indudable. Para mí, aunque no lo supiera, esto era parte del juego de niños chicos por ver quien era el mejor.
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
- Mensajes : 33
Re: Tu eliges[Emma]
Los pasos se escucharon en aquella penumbra y pude asegurar que en un momento se detuvieron. Dejé de oír las pisadas de los muchachos corriendo en la oscuridad, así que supuse que ya habían llegado a su destino; entrando en a la guarida del león, aunque aquella casa en relación con aquel animal no tenía absolutamente nada en común o al menos los individuos con los que me había topado no lo tenían. Era como comparar un gato con un halcón, no tenían relación entre ellos, nada que ver. Me agaché recogiendo los pantalones del chico con la varita, dejando que el brillo se diluyese notoriamente entre la tela del pantalón mientras analizaba tranquilamente el tesoro que acababa de cobrar, sin que absolutamente nadie fuera testigo de ello.. o al menos eso fue lo que pensé hasta que unos pasos se acercaron a mi espalda hacia donde me encontraba situado ¿Quién diablos se acercaría a un prefecto en horario no lectivo? Había que querer una buena reprimenda para ello.
Me levanté y seguidamente me di la vuelta contemplando a la chica que tenía ante mí ¿Cómo no? Si siempre me seguía, era como tener una segunda sombra-Te he dicho que eso de acosar es de mal gusto-comenté antes de tirar el pantalón de nuevo en el interior del escobero aunque no estaría allí mucho tiempo puesto que al parecer la pelirroja no venía sola, sino que la pareja que acababa de dejar desnuda se encontraba con ella. Mientras mi miraba se enfocaba en Emma la pareja pasó a mi lado hacia el interior del escobero recogiendo la ropa que anteriormente les había arrebatado. Apreté la mandíbula y apunté a la chica sintiendo como el odio empezaba a extenderse por mis miembros-Les he dicho que se fueran desnudos ¿Osas llevarme la contraria?-inquirí antes de dar un paso hacia ella con actitud agresiva, sabiendo que sería capaz de acabar con su existencia si no fuera porque eso supondría un ingreso directo a azkaban.
Las palabras de la pelirroja me hicieron fruncir el ceño-No tengo porqué darte explicaciones de lo que hago o dejo de hacer-dije firme en mis palabras a pesar de que la pareja hacia ya tiempo que se había ido, desapareciendo de mi vista sin cumplir el castigo que les había impuesto, cosa que sinceramente incrementó mi molestia por la presencia de la Gryffindor. Que fuera mi némesis no quería decir que pudiese contradecirme cuando se le diera en gana ¿Y por qué aquellos in*tiles le habían hecho caso? Sentí que empezaba a mosquearme, que la sangre se calentaba bajo mi piel y empezaba a echar humo por la cabeza - Ella no tenía derecho, ningún derecho a quedar por encima de mí - afiancé el agarre de mi varita y la miré sin pestañear-El poder hay que aprovecharlo, eres tonto si no lo haces-expliqué rodando los ojos, como si eso no fuera ningún misterio, como si ese simple hecho explicase los actos ocurridos hace apenas unos minutos.
La expectativa de ataque había sido lanzada pero las palabras de la pelirroja me hicieron mirarla con seriedad ¿Aquella tipeja me daba órdenes a mí? ¡¿A mí?! No tenía derecho a hacer tal cosa, ya me había ridiculizado suficiente jugando con mi influencia sobre los Gryffindors para que encima tuviese que seguir sus "indicaciones" sin sentido aparente-No tengo porque hacerte caso-contemplé aquella tentativa mientras seguía tenso en espera de que ella hiciera un movimiento, cualquiera.. que me diese una razón para atacarla y tener una excusa entrelíneas que explicase tal acción. Ella guardó la varita señal que parecía rendirse ante mi poder, haciéndose la sumisa de forma que pudiese atacarla sin tener problemas con ello; realmente se encontraba indefensa.
Siguió hablando y di otro paso hacia ella, acercándome lo suficiente para colocar la punta de mi varita sobre el cuello de la joven-¿De verdad esperas que siga tus "sugerencias"?-cuestioné, formulando una pregunta retórica, sin intención de que ella me respondiese a ese tema en concreto. Dibujé una sonrisa en mi rostro como si se tratase de una máscara llena hasta los topes de indiferencia antes de ladear la cabeza-Ahora harás lo que yo te diga sino quieres sufrir las consecuencias-reté apretando la varita contra su cuello mientras arrastraba las palabras, signo de que hablaba enserio, diciendo lentamente las palabras como si sobreentiendese que debía hablar de aquella forma para tratar con gente..tonta, es decir, nada inteligente.
Me levanté y seguidamente me di la vuelta contemplando a la chica que tenía ante mí ¿Cómo no? Si siempre me seguía, era como tener una segunda sombra-Te he dicho que eso de acosar es de mal gusto-comenté antes de tirar el pantalón de nuevo en el interior del escobero aunque no estaría allí mucho tiempo puesto que al parecer la pelirroja no venía sola, sino que la pareja que acababa de dejar desnuda se encontraba con ella. Mientras mi miraba se enfocaba en Emma la pareja pasó a mi lado hacia el interior del escobero recogiendo la ropa que anteriormente les había arrebatado. Apreté la mandíbula y apunté a la chica sintiendo como el odio empezaba a extenderse por mis miembros-Les he dicho que se fueran desnudos ¿Osas llevarme la contraria?-inquirí antes de dar un paso hacia ella con actitud agresiva, sabiendo que sería capaz de acabar con su existencia si no fuera porque eso supondría un ingreso directo a azkaban.
Las palabras de la pelirroja me hicieron fruncir el ceño-No tengo porqué darte explicaciones de lo que hago o dejo de hacer-dije firme en mis palabras a pesar de que la pareja hacia ya tiempo que se había ido, desapareciendo de mi vista sin cumplir el castigo que les había impuesto, cosa que sinceramente incrementó mi molestia por la presencia de la Gryffindor. Que fuera mi némesis no quería decir que pudiese contradecirme cuando se le diera en gana ¿Y por qué aquellos in*tiles le habían hecho caso? Sentí que empezaba a mosquearme, que la sangre se calentaba bajo mi piel y empezaba a echar humo por la cabeza - Ella no tenía derecho, ningún derecho a quedar por encima de mí - afiancé el agarre de mi varita y la miré sin pestañear-El poder hay que aprovecharlo, eres tonto si no lo haces-expliqué rodando los ojos, como si eso no fuera ningún misterio, como si ese simple hecho explicase los actos ocurridos hace apenas unos minutos.
La expectativa de ataque había sido lanzada pero las palabras de la pelirroja me hicieron mirarla con seriedad ¿Aquella tipeja me daba órdenes a mí? ¡¿A mí?! No tenía derecho a hacer tal cosa, ya me había ridiculizado suficiente jugando con mi influencia sobre los Gryffindors para que encima tuviese que seguir sus "indicaciones" sin sentido aparente-No tengo porque hacerte caso-contemplé aquella tentativa mientras seguía tenso en espera de que ella hiciera un movimiento, cualquiera.. que me diese una razón para atacarla y tener una excusa entrelíneas que explicase tal acción. Ella guardó la varita señal que parecía rendirse ante mi poder, haciéndose la sumisa de forma que pudiese atacarla sin tener problemas con ello; realmente se encontraba indefensa.
Siguió hablando y di otro paso hacia ella, acercándome lo suficiente para colocar la punta de mi varita sobre el cuello de la joven-¿De verdad esperas que siga tus "sugerencias"?-cuestioné, formulando una pregunta retórica, sin intención de que ella me respondiese a ese tema en concreto. Dibujé una sonrisa en mi rostro como si se tratase de una máscara llena hasta los topes de indiferencia antes de ladear la cabeza-Ahora harás lo que yo te diga sino quieres sufrir las consecuencias-reté apretando la varita contra su cuello mientras arrastraba las palabras, signo de que hablaba enserio, diciendo lentamente las palabras como si sobreentiendese que debía hablar de aquella forma para tratar con gente..tonta, es decir, nada inteligente.
Robert A. Keane- Slytherin
- Edad : 16 años
Mensajes : 33
Re: Tu eliges[Emma]
Me quedé mirando fijamente al contrario, observando cada detalle de él. Se creía que era una especie de acosadora suya o algo.- Con lo idiota que eres creo que solo una persona podría acosarte y es tu estupidez.- Me daba igual absolutamente todo. Sabía perfectamente que no me podría hacer nada , menos en este lugar tan accesible a tantos lados como para que cualquier persona con buen oído se enterase de cualquier cosa extraña. En ningún momento me alteré más de la cuenta, me intentaba mantener lo más tranquila posible aunque sabía lo que suponía el no llevar la varita en mano pero... Me daba igual. Yo lo que no iba a dejar era que ese tipejo se fuera por encima mía como si acaso pudiera. ¿Quién se ha creído él para cuestionar la superioridad de mí? De una heredera del apellido Gryffindor. Estaba claro que él no sabría de mi habilidad pero... Si quería podría ser una completa leona y él no se iba a ir de rositas sin pasar por mis garras. Hablando metafóricamente, porque si llevábamos a las manos los dos saldríamos muy mal de aquí. Aunque él parecía llegar a la varita...
A la varita porque me apuntó con ella amenazante, y yo sin embargo me mantuve tranquila. Al principio no estaba resultando tan amenazante, y lo cierto es que el intento de herir mis sentimientos, mi orgullo o lo que fuera con sus palabras.. Era nulo. Cualquier cosa me la pasaría por donde yo me sabía, ya que él no era nadie para decir nada sobre mí. No hablé, no por inferioridad ni nada, si no para dejar que se creciera tontamente y en vano. Cosa que pude observar porque se notaba al responder a todas mis cuestiones sobre que se largara del lugar y sus derivados, pero es que esta era mi zona, si el estaba antes me daba igual. Tenía que encargarme yo si había más leones puesto que como una de las prefectas tenía que estar a la corriente de todo para luego informar al jefe león - al menos así lo llamaba yo- . La serpiente se había adentrado en un terreno del que le iba a resultar difícil salir, puesto que no iba a permitir que se fuera a salir con la suya, aunque la punta de su varita fuera a matarme.
Hizo más presión sobre mi cuello, hasta el punto que empezaba a resultar un tanto doliente pero simplemente no hice nada al respecto. Lo veía acercarse a mí y me amenazó... ¡Me amenazó a mí! Si se pensaba que iba a ser como otros leones que se metían el rabo entre las piernas lo llevaba claro.-No soy tu gatita, no vas a hacer conmigo lo que se te plazca.- Me mantuve tal y como estaba, ni si quiera me molesté en moverme más lejos de la varita porque no iba a pasar nada.-Adelante, hazlo. Si te piensas que soy como otros lo tienes crudo. No pienso sublevarme ante las palabras de un idiota como tú. ¿Quién te crees que soy? ¿A caso eres un ignorante y no sabes de donde proviene mi nombre? Soy más leona que nadie, y tú no me vas a quitar ese privilegio creyéndote superior y poniéndome como tu esclava. No soy esclava de nadie, menos la tuya. No tienes poder sobre mí y si tan inteligente eres debes saber que no puedes hacer nada con la varita, menos en mi cuello... A no ser que quieras acabar mal, y no conmigo.. Si no con el director.-Sentencié para quedarme luego callada mirándole con una mirada bastante retadora y una medio sonrisa divertida, demostrando que hiciera lo que hiciera me importaba bien poco. Él no era nadie...
A la varita porque me apuntó con ella amenazante, y yo sin embargo me mantuve tranquila. Al principio no estaba resultando tan amenazante, y lo cierto es que el intento de herir mis sentimientos, mi orgullo o lo que fuera con sus palabras.. Era nulo. Cualquier cosa me la pasaría por donde yo me sabía, ya que él no era nadie para decir nada sobre mí. No hablé, no por inferioridad ni nada, si no para dejar que se creciera tontamente y en vano. Cosa que pude observar porque se notaba al responder a todas mis cuestiones sobre que se largara del lugar y sus derivados, pero es que esta era mi zona, si el estaba antes me daba igual. Tenía que encargarme yo si había más leones puesto que como una de las prefectas tenía que estar a la corriente de todo para luego informar al jefe león - al menos así lo llamaba yo- . La serpiente se había adentrado en un terreno del que le iba a resultar difícil salir, puesto que no iba a permitir que se fuera a salir con la suya, aunque la punta de su varita fuera a matarme.
Hizo más presión sobre mi cuello, hasta el punto que empezaba a resultar un tanto doliente pero simplemente no hice nada al respecto. Lo veía acercarse a mí y me amenazó... ¡Me amenazó a mí! Si se pensaba que iba a ser como otros leones que se metían el rabo entre las piernas lo llevaba claro.-No soy tu gatita, no vas a hacer conmigo lo que se te plazca.- Me mantuve tal y como estaba, ni si quiera me molesté en moverme más lejos de la varita porque no iba a pasar nada.-Adelante, hazlo. Si te piensas que soy como otros lo tienes crudo. No pienso sublevarme ante las palabras de un idiota como tú. ¿Quién te crees que soy? ¿A caso eres un ignorante y no sabes de donde proviene mi nombre? Soy más leona que nadie, y tú no me vas a quitar ese privilegio creyéndote superior y poniéndome como tu esclava. No soy esclava de nadie, menos la tuya. No tienes poder sobre mí y si tan inteligente eres debes saber que no puedes hacer nada con la varita, menos en mi cuello... A no ser que quieras acabar mal, y no conmigo.. Si no con el director.-Sentencié para quedarme luego callada mirándole con una mirada bastante retadora y una medio sonrisa divertida, demostrando que hiciera lo que hiciera me importaba bien poco. Él no era nadie...
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
La forma en la que conjugó aquella frase me hizo entrecerrar los ojos ¿De qué diantres hablaba? Primero había dicho que la única persona que me acosaría sería mi propia estupidez, por tanto, estaba diciendo que la propia estupidez era una persona y con ello, estaba asumiendo que yo también lo era, así que todo aquello llevaba a una misma conclusión por parte de mi mente-Extraña manera de insultarse a si misma-comenté antes de negar con la cabeza, si, había preestablecido que la propia estupidez, mi estupidez como decía ella, era Emma y, por tanto, se auto-denominaba estúpida.
El simple hecho de que ella fuese prefecta limitaba el poder que tenía sobre ella, evitaba que pudiese manipularla como un simple elfo doméstico, como un simple esclavo en un día a día normal. Sin embargo, era justamente eso lo que quería hacer, lo que tenía en mente sin tener en cuenta las futuras ideas que apareciesen en mi cabeza. Seguí apuntándola e incluso apreté la incisión sobre su piel cuando me puso de los nervios y negué con la cabeza ante sus palabras. Iba a negar que nunca le había dicho gatita, que nunca había infravalorado la existencia de un león a su etapa más vulnerable, cuando era solo un bebé, cuando se asemejaba curiosamente a un gato pero evité hablar conservando extrañamente la calma en aquella noche sinuosa.
Sus palabras eran duras y frías, como la hoja de un cuchillo, pero no pensaba echarme atrás porque ella viese que hiciese lo que hiciese el director estaría de su parte. Las tretas y artimañas eran lo mío ¿Acaso dudaba que encontrase una forma de hacerla sufrir sin tan siquiera emplear el contacto físico? Dibujé una sonrisa en mi rostro y actué conforme debería haber hecho desde que la había visto venir-Levicorpus-susurré con la intención de dejarla en una posición bastante peor a la que estaba en un principio ¿Se creería más gallita en aquel instante? Quién sabe, pero deseaba saberlo con todas mis ansias. Lo bueno de aquella postura, sería que si acababa consiguiendo que dicho hechizo surtiese efecto tendría una vista panorámica de lo que escondía bajo la falda de su uniforme.
El simple hecho de que ella fuese prefecta limitaba el poder que tenía sobre ella, evitaba que pudiese manipularla como un simple elfo doméstico, como un simple esclavo en un día a día normal. Sin embargo, era justamente eso lo que quería hacer, lo que tenía en mente sin tener en cuenta las futuras ideas que apareciesen en mi cabeza. Seguí apuntándola e incluso apreté la incisión sobre su piel cuando me puso de los nervios y negué con la cabeza ante sus palabras. Iba a negar que nunca le había dicho gatita, que nunca había infravalorado la existencia de un león a su etapa más vulnerable, cuando era solo un bebé, cuando se asemejaba curiosamente a un gato pero evité hablar conservando extrañamente la calma en aquella noche sinuosa.
Sus palabras eran duras y frías, como la hoja de un cuchillo, pero no pensaba echarme atrás porque ella viese que hiciese lo que hiciese el director estaría de su parte. Las tretas y artimañas eran lo mío ¿Acaso dudaba que encontrase una forma de hacerla sufrir sin tan siquiera emplear el contacto físico? Dibujé una sonrisa en mi rostro y actué conforme debería haber hecho desde que la había visto venir-Levicorpus-susurré con la intención de dejarla en una posición bastante peor a la que estaba en un principio ¿Se creería más gallita en aquel instante? Quién sabe, pero deseaba saberlo con todas mis ansias. Lo bueno de aquella postura, sería que si acababa consiguiendo que dicho hechizo surtiese efecto tendría una vista panorámica de lo que escondía bajo la falda de su uniforme.
Robert A. Keane- Slytherin
- Edad : 16 años
Mensajes : 33
Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Robert A. Keane' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dados' :
'Dados' :
Heart of Darkness- Staff
- Mensajes : 67
Re: Tu eliges[Emma]
Tenía que admitir que la estrategia no había salido tal y como yo quería. Ahora me encontraba boca a bajo con los pelos caídos casi rozando el suelo mientras... ¡No! ¡Mi falda! Estaba totalmente caída hacia a bajo. Intenté aguantar la falda con las manos pero al estar boca a bajo la sangre llegaba más rápido al cerebro y se me seguía viendo las bragas, que por suerte eran unas bragas lindas y bastante arregladas para que no las fuera a ver nadie y de color rojo como mi cabello, cosa que resaltaba más en mi pálida piel. Mis mejillas se volvieron más rojas por momentos y me estaba enfadando más por segundo, pero no podía darle esa satisfacción de quedarme bajos sus pies, no. Tendría que obligarme porque a mí un niñato como él no iba a organizarme mi vida ni a darme órdenes. Intenté aguantar todo lo que pude en esa postura hasta que se me ocurrió una posibilidad. El intentar agarrarme a él... Intenté balancear me todo lo que pude para intentar alcanzar con mis brazos las piernas contrarias, ya que la distancia era nula.
Me resultó imposible agarrarme porque tampoco tenía energías necesarias.- ¡Bájame ahora mismo cacho idiota! ¡Da la cara como un supuesto hombre que quieres! Si querías verme las bragas podrías haberlo pedido con modales. ¡Pervertido!- Intenté gritarle en susurros para poder hacerme oír desde esta postura mientras pataleaba como podía. Tenía aguante suficiente pero estaba jugando conmigo y no podía permitir eso, pero no.. ¡No podía dejarme! Se estaba subiendo su ego poco a poco y eso no podía ser así. ¡Tenía que quitarle la estupidez de encima porque si no esto iba a ir a peor!- ¡Bájame ahora mismo, pervertido!- Advertí, pero no iba a utilizar mi varita porque sería seguirle el juego y si tenía que hablarlo con el director íbamos a acabar mal los dos y no solo él.- Cuando se entere el director te vas a enterar Keane, te pienso arruinar la vida en este colegio. ¿¡Me oyes!?- Seguía peleando por salir de esta postura, hasta que desistí y me quedé totalmente quita dejándome caer hacia a bajo sin poner resistencia a nada.
Me sentía avergonzada que viera de bajo de mi falda, no por el hecho de estar desaliñada -ya me entendéis- todo lo contrario... Era porque era él. ¡El estúpido serpiente! No podría haberme hecho otro hechizo no... ¡Tenía que ser este! ¡ARG!- Esto es estúpido... No eres más que un crío con complejos. Te propondré una cosa. Bájame y no diré nada al director, si no pienso hacer todo lo posible. Además de que le quitaré puntos a tu casa, además de comentarselo a tu jefe. ¿Quieres eso? No , ¿verdad? ¡Pues tu eliges- ¿Podría tomarse eso como una amenaza? Lo más posible, pero no iba a dejarme esclavizar en estos momentos por él, se aprovecharía más de la cuenta y eso no era plato de buen gusto.-Bajame ahora.- Sentencié bastante seria y amenazante, a la vez de manera pausada y tranquila, intentando no perder la calma porque si no me iba a doler más la cabeza de lo que me empezaba a doler.- No eres capaz de dar la cara...- Encima me permití el lujo de burlarme de él. Estúpido.. No sabía con quién se metía.
Me resultó imposible agarrarme porque tampoco tenía energías necesarias.- ¡Bájame ahora mismo cacho idiota! ¡Da la cara como un supuesto hombre que quieres! Si querías verme las bragas podrías haberlo pedido con modales. ¡Pervertido!- Intenté gritarle en susurros para poder hacerme oír desde esta postura mientras pataleaba como podía. Tenía aguante suficiente pero estaba jugando conmigo y no podía permitir eso, pero no.. ¡No podía dejarme! Se estaba subiendo su ego poco a poco y eso no podía ser así. ¡Tenía que quitarle la estupidez de encima porque si no esto iba a ir a peor!- ¡Bájame ahora mismo, pervertido!- Advertí, pero no iba a utilizar mi varita porque sería seguirle el juego y si tenía que hablarlo con el director íbamos a acabar mal los dos y no solo él.- Cuando se entere el director te vas a enterar Keane, te pienso arruinar la vida en este colegio. ¿¡Me oyes!?- Seguía peleando por salir de esta postura, hasta que desistí y me quedé totalmente quita dejándome caer hacia a bajo sin poner resistencia a nada.
Me sentía avergonzada que viera de bajo de mi falda, no por el hecho de estar desaliñada -ya me entendéis- todo lo contrario... Era porque era él. ¡El estúpido serpiente! No podría haberme hecho otro hechizo no... ¡Tenía que ser este! ¡ARG!- Esto es estúpido... No eres más que un crío con complejos. Te propondré una cosa. Bájame y no diré nada al director, si no pienso hacer todo lo posible. Además de que le quitaré puntos a tu casa, además de comentarselo a tu jefe. ¿Quieres eso? No , ¿verdad? ¡Pues tu eliges- ¿Podría tomarse eso como una amenaza? Lo más posible, pero no iba a dejarme esclavizar en estos momentos por él, se aprovecharía más de la cuenta y eso no era plato de buen gusto.-Bajame ahora.- Sentencié bastante seria y amenazante, a la vez de manera pausada y tranquila, intentando no perder la calma porque si no me iba a doler más la cabeza de lo que me empezaba a doler.- No eres capaz de dar la cara...- Encima me permití el lujo de burlarme de él. Estúpido.. No sabía con quién se metía.
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
El hechizo surtió efecto provocando que en el cuerpo de la pelirroja surtiese un movimiento inverso, quedándose colgada del tobillo y, por tanto, dándome una buena visión de su ropa interior - La cual era roja - Una sonrisa de satisfacción se adentró en mi rostro y contemplé tranquilamente sus piernas desnudas junto a sus braguitas sin el menor indicio de decoro o vergüenza-¿Bragas de abuela? Pensé que teniendo en cuenta tu historial irías un poco más acorde con tu postura..-comenté con frialdad e indiferencia, rodando los ojos, esperando que aquel sonrojo que se veía en su rostro fuera de ira y furia en vez de vergüenza.
Di un paso hacia atrás al ver que intentaba agarrarse a mi persona y negué con la cabeza-Podría haberlo hecho, pero así es más divertido-susurré dando la mejor de mis sonrisas con la intención de molestarla, de simplemente distraerla mientras esperaba que se marease, que me suplicase que la liberase de aquel tormento en el que ella sola se había metido al contradecirme, al retarme delante de los intrusos que había encontrado en pleno apogeo como si mis instrucciones no valiesen absolutamente nada. Ahora pagaría su insulto, pagaría todo lo que había tenido que soportar en su presencia con creces.
Me moví tranquilamente abriendo de nuevo el escobero, encontrando en su interior una silla bastante sólida, así que la saqué y cerré la puerta como si estuviese en mi propia casa. Acto seguido, dejé la silla delante de mi víctima y me senté a ver el espectáculo-No estás en posición de ordenarme que te libere-afirmé encogiéndome de hombros antes de negar de nuevo con la cabeza, me parecía una perdida de energía ver como derrochaba sus fuerzas sin sentido, pero al menos me entretenía con su comportamiento hosco e inmaduro
Alcé la varita de nuevo hacia ella y ladeé la cabeza, podría hacer aquello de otra forma pero primero emplearía la magia para intentar conseguir mi cometido-Accio varita-siseé arrastrando las palabras aunque no conseguí que el hechizo surtiese efecto, supongo que aquellas curvas me habían distraído de tal forma que había sido incapaz de concentrarme en realizar tal conjuro. Al menos se podría decir que era estratega, puesto que no quería tener problemas por un ataque lanzado en un despide de mi persona. Aunque si bien podría empezar a registrar sus pertenencias para encontrar el objeto que tanto buscaba evité tocarla de momento-Estarás contenta, estás entorpeciendo mi trabajo-comenté mientras miraba mi varita jugando con ella con tranquilidad sin prestarle la menor atención a la pelirroja. No me importaba todos los problemas que podría acarrear tenerla bajo mi yugo, de eso ya me ocuparía después, puesto que seria capaz de cualquier cosa simplemente por verla como estaba ahora. Vulnerable, indefensa y, lo más importante, a mi merced.
Di un paso hacia atrás al ver que intentaba agarrarse a mi persona y negué con la cabeza-Podría haberlo hecho, pero así es más divertido-susurré dando la mejor de mis sonrisas con la intención de molestarla, de simplemente distraerla mientras esperaba que se marease, que me suplicase que la liberase de aquel tormento en el que ella sola se había metido al contradecirme, al retarme delante de los intrusos que había encontrado en pleno apogeo como si mis instrucciones no valiesen absolutamente nada. Ahora pagaría su insulto, pagaría todo lo que había tenido que soportar en su presencia con creces.
Me moví tranquilamente abriendo de nuevo el escobero, encontrando en su interior una silla bastante sólida, así que la saqué y cerré la puerta como si estuviese en mi propia casa. Acto seguido, dejé la silla delante de mi víctima y me senté a ver el espectáculo-No estás en posición de ordenarme que te libere-afirmé encogiéndome de hombros antes de negar de nuevo con la cabeza, me parecía una perdida de energía ver como derrochaba sus fuerzas sin sentido, pero al menos me entretenía con su comportamiento hosco e inmaduro
Alcé la varita de nuevo hacia ella y ladeé la cabeza, podría hacer aquello de otra forma pero primero emplearía la magia para intentar conseguir mi cometido-Accio varita-siseé arrastrando las palabras aunque no conseguí que el hechizo surtiese efecto, supongo que aquellas curvas me habían distraído de tal forma que había sido incapaz de concentrarme en realizar tal conjuro. Al menos se podría decir que era estratega, puesto que no quería tener problemas por un ataque lanzado en un despide de mi persona. Aunque si bien podría empezar a registrar sus pertenencias para encontrar el objeto que tanto buscaba evité tocarla de momento-Estarás contenta, estás entorpeciendo mi trabajo-comenté mientras miraba mi varita jugando con ella con tranquilidad sin prestarle la menor atención a la pelirroja. No me importaba todos los problemas que podría acarrear tenerla bajo mi yugo, de eso ya me ocuparía después, puesto que seria capaz de cualquier cosa simplemente por verla como estaba ahora. Vulnerable, indefensa y, lo más importante, a mi merced.
Última edición por Robert A. Keane el Dom Sep 28, 2014 12:54 pm, editado 5 veces
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Robert A. Keane' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
Me estaba empezando a cansar y de estar boca a bajo. No podía permitir estar así mucho tiempo, menos bajo el control de él. Ya me había visto suficiente y ya no podía tolerarlo más. Tenía que bajar de esta posición como fuera o fuese. Si conseguía bajar ese chico se iba a enterar de lo que era bueno y de quién mandaba aquí. No iba a olvidar nunca el primer día que nos conocimos. ¿De dónde narices había salido? Estaba loco, no entendía por qué ni como pero le odiaba con todas mis ganas, aunque a su vez y no quisiera admitirlo, no podía estar sin él. ¿Pero qué narices me pasaba en la cabeza? No podía parar de pensar en él muchas veces, como si se hubiera metido en ella. Yo me maldecía por ello, no podía darle ese gusto.
No podía darle el gusto de volverme loca a mí. Tenía que luchar, nací como una luchadora y él como un patán. ¿Por qué la vida me lo da así? Tenía que demostrarle que no era ninguna niñita con la que pudiera jugar. Sabía perfectamente que yo misma me lo había buscado pero él iba a sufrir las consecuencias como yo me apellidaba Gryffindor. Con una leona nadie se metía, menos conmigo. Así que abrí el bolsillo de mi vestido para tomar la varita con firmeza, para acabar apuntándome con rapidez para poder liberar mi cuerpo de este hechizo, entonces conjuré las palabras en un susurro.-Liberacorpus- Tan solo estaba deseando que el hechizo fuera conjurado para poder salir de la cola de la serpiente y poder moverme a mi antojo. Pero..
¡Maldita sea! No podía hacerlo. Quizá poca concentración debido a la situación en la que me encontraba. ¡No podía! Rápidamente guardé la varita en un lugar totalmente inaccesible para él y donde no pudiera meter la mano, dentro del vestido. Si se atrevía a acercarse se daba por hecho que le iba a acabar pegando le un buen tortazo o puñetazo, como mejor me viniera. Miré seriamente al idiota que tenía en frente, no iba a sublevarme pero tampoco iba a ser de tan idiota de seguir así para continuar su juego.-Lleguemos a un trato. Tú me bajas y yo no digo nada a nadie, ni al director. Ambos salimos ganando, y lo sabes. ¿Por qué ser tan estúpido y joderte a ti mismo? No es necesario, querido.- El querido lo hice con las ganas de molestarlo. ¿Como iba a llamarlo querido a él?- ¡Vamos, Keane! ¿Qué quieres de mí?- Estaba bastante furiosa y se notaba en mi hablar, pero es que esto se le había escapado de las manos.
Cerré los ojos y suspiré. Suspiré para poder mantener la calma y dejar que esto no me superara, si seguía así acabaría por desmayarme y sería más problema para él, porque no me iba a olvidar de nada. Me empezaba a doler más la cabeza y no estaba en condiciones para ponerme a hacerme la dura pero... Mi orgullo me podía, me podía demasiado.-Por favor.. Bájame. No conseguirás nada de mí de esta forma- Estaba desesperada por bajar, pues mi cabeza no iba a dar para más. Tan solo esperaba que en él entrara un poco de lógica y que no se quedara jugando con su varita como un estúpido que era.
No podía darle el gusto de volverme loca a mí. Tenía que luchar, nací como una luchadora y él como un patán. ¿Por qué la vida me lo da así? Tenía que demostrarle que no era ninguna niñita con la que pudiera jugar. Sabía perfectamente que yo misma me lo había buscado pero él iba a sufrir las consecuencias como yo me apellidaba Gryffindor. Con una leona nadie se metía, menos conmigo. Así que abrí el bolsillo de mi vestido para tomar la varita con firmeza, para acabar apuntándome con rapidez para poder liberar mi cuerpo de este hechizo, entonces conjuré las palabras en un susurro.-Liberacorpus- Tan solo estaba deseando que el hechizo fuera conjurado para poder salir de la cola de la serpiente y poder moverme a mi antojo. Pero..
¡Maldita sea! No podía hacerlo. Quizá poca concentración debido a la situación en la que me encontraba. ¡No podía! Rápidamente guardé la varita en un lugar totalmente inaccesible para él y donde no pudiera meter la mano, dentro del vestido. Si se atrevía a acercarse se daba por hecho que le iba a acabar pegando le un buen tortazo o puñetazo, como mejor me viniera. Miré seriamente al idiota que tenía en frente, no iba a sublevarme pero tampoco iba a ser de tan idiota de seguir así para continuar su juego.-Lleguemos a un trato. Tú me bajas y yo no digo nada a nadie, ni al director. Ambos salimos ganando, y lo sabes. ¿Por qué ser tan estúpido y joderte a ti mismo? No es necesario, querido.- El querido lo hice con las ganas de molestarlo. ¿Como iba a llamarlo querido a él?- ¡Vamos, Keane! ¿Qué quieres de mí?- Estaba bastante furiosa y se notaba en mi hablar, pero es que esto se le había escapado de las manos.
Cerré los ojos y suspiré. Suspiré para poder mantener la calma y dejar que esto no me superara, si seguía así acabaría por desmayarme y sería más problema para él, porque no me iba a olvidar de nada. Me empezaba a doler más la cabeza y no estaba en condiciones para ponerme a hacerme la dura pero... Mi orgullo me podía, me podía demasiado.-Por favor.. Bájame. No conseguirás nada de mí de esta forma- Estaba desesperada por bajar, pues mi cabeza no iba a dar para más. Tan solo esperaba que en él entrara un poco de lógica y que no se quedara jugando con su varita como un estúpido que era.
Última edición por Emma J. Gryffindor el Dom Sep 28, 2014 11:19 am, editado 2 veces
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Emma J. Gryffindor' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
El hechizo que trató de hacer me hizo ver que ella no quería hacerme daño, que podría habérmelo hecho, que podría haberme atacado pero no había querido ¿Qué le impedía alzarse contra mi persona? Me había descatalogado, me había contradecido pero era incapaz de herirme cosa que me dejaba bastante confuso, tal era mi grado de perplejidad que me sentí incapacitado para moverme ante aquella escena que presenciaban mis ojos. Contemplé su figura en el silencio que se había formado entre nosotros a pesar que de vez en cuando ella interviniese soltado alguna que otra palabra con la intención de reducir mi orgullo y mi ego a la mitad.
Me crucé de brazos al escuchar su propuesta ¿Por qué debería hacerle caso? ¿Qué me impedía no dejarla allí toda la noche para que se pudriese su existencia? Ladeé la cabeza pensativo - había gato encerrado, de eso estaba seguro - no había momento en que ganásemos los dos, siempre uno de los dos se alzaba ante el otro y después de batallar uno y solo uno acababa venciendo ¿Quedar empatados? Eso era inadmisible y ambos lo sabíamos, así que si ella proponía una tregua era por alguna razón que no había analizado a conciencia. Pero.. ¿Cuál podría ser? Ahora mismo tenía la mente en blanco y vagamente era capaz de saber que pensaba a menos, que se me ocurriese actuar mediante la oclumancia y conocer cada uno de los misterios que encerraba la mente humana.
Su tono de voz dejó ver el enfado que tenía entre lineas, pero lo que más me impactó no fue el tono que empleaban sus palabras, sino el significado que éstas me transmitían ¿Qué quería de ella? Mi cabeza empezó a llenarse de pensamientos cada cual más loco que el anterior ¿De verdad sabía que quería? ¿De verdad conseguiría averiguar cual era la razón que eclipsaba cada lucha interna entre nosotros? Era posible, porque lo tenía bastante claro. Deseaba pisarla, verla convertida en polvo, tanto.. ni siquiera lograse llegar a la suela de mis zapatos, consiguiendo ser superior a la leona.
Cuando cerró los ojos creí que se había rendido, que se había dado por vencida. Que creía que no la iba a soltar a pesar de todo cuanto ella soltaba de sus labios y, en eso estaba en lo cierto. Hasta que no suplicase no la bajaría, hasta que no me lo pidiese como es debido no conseguiría que le hiciese caso-Suplica, suplica que te suelte y afirma que soy superior a ti. Si quieres que te suelte-espeté con odio, temor y una pizca de indiferencia. Tenía poco tiempo para hacerlo, aunque algo me decía que prefería quedarse inconsciente antes que admitir que yo estaba por encima de ella.
Me crucé de brazos al escuchar su propuesta ¿Por qué debería hacerle caso? ¿Qué me impedía no dejarla allí toda la noche para que se pudriese su existencia? Ladeé la cabeza pensativo - había gato encerrado, de eso estaba seguro - no había momento en que ganásemos los dos, siempre uno de los dos se alzaba ante el otro y después de batallar uno y solo uno acababa venciendo ¿Quedar empatados? Eso era inadmisible y ambos lo sabíamos, así que si ella proponía una tregua era por alguna razón que no había analizado a conciencia. Pero.. ¿Cuál podría ser? Ahora mismo tenía la mente en blanco y vagamente era capaz de saber que pensaba a menos, que se me ocurriese actuar mediante la oclumancia y conocer cada uno de los misterios que encerraba la mente humana.
Su tono de voz dejó ver el enfado que tenía entre lineas, pero lo que más me impactó no fue el tono que empleaban sus palabras, sino el significado que éstas me transmitían ¿Qué quería de ella? Mi cabeza empezó a llenarse de pensamientos cada cual más loco que el anterior ¿De verdad sabía que quería? ¿De verdad conseguiría averiguar cual era la razón que eclipsaba cada lucha interna entre nosotros? Era posible, porque lo tenía bastante claro. Deseaba pisarla, verla convertida en polvo, tanto.. ni siquiera lograse llegar a la suela de mis zapatos, consiguiendo ser superior a la leona.
Cuando cerró los ojos creí que se había rendido, que se había dado por vencida. Que creía que no la iba a soltar a pesar de todo cuanto ella soltaba de sus labios y, en eso estaba en lo cierto. Hasta que no suplicase no la bajaría, hasta que no me lo pidiese como es debido no conseguiría que le hiciese caso-Suplica, suplica que te suelte y afirma que soy superior a ti. Si quieres que te suelte-espeté con odio, temor y una pizca de indiferencia. Tenía poco tiempo para hacerlo, aunque algo me decía que prefería quedarse inconsciente antes que admitir que yo estaba por encima de ella.
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
Poco a poco dejaba de dar más de mí, poco a poco iba perdiendome en mis pensamientos más profundos dejando que mi cuerpo cayera en una inconsciencia de la cual tenía miedo, yo, una leona. No quería hacer lo que él me decía. Si seguía en esta postura iba a ser muy peligroso, porque no solo podría quedarme inconsciente, es que podría acabar con problemas cerebrales y claro, eso es otro placer que darle a él. ¡No se lo iba a permitir! No podía permitir que se saliera con la suya, tenía que demostrar que yo era más, no me iba a dar por vencida, no ahora que había llegado tan lejos él, no podía darle ese placer de disfrutar mi derrota, mis suplicas ni nada por el estilo. ¡No se las merecía! Si me arrodillaba ante alguien, ese alguien sería mi antepasado y no me arrodillaría ante nadie más. Y en todo caso si lo conseguía era por unos segundos, porque acto seguido continuaría con mi orgullo por encima de él y de cualquiera.
Saqué mi varita de mi vestido y nuevamente apunté para poder hacer que me soltase. Me daba igual si él no quería hacerlo, en ese caso tenía que intentarlo yo.-Liberacorpus- volví a pronunciar esperando que resultara exitoso, de ser lo contrario tendría que suplicar si no quería sufrir daños. Pero tenía que tener por seguro que al final acabaría pagando las consecuencias por desconfiar de la palabra de una leona y encima de jugar con ella. ¡Conmigo no jugaba nadie! Cerré nuevamente los ojos esperando haber caído, aunque seguramente no me fuera a dar cuenta del golpe que me podría dar. Pero no, no iba a tener suerte hoy. Demasiada sangre en el cerebro como para poder hacer nada bien. ¿Qué narices pasaba? ¿No podía hacer algo bien por una vez en este día? Bastante que fuera él quien descubriese la verguenza de los dos Gryffindor. ¡Si mi antepasado se enterase! Esto no pasaría si estuviera en suelo pero claro... ¡Tenía que ser el quien llevase las riendas. ¡Pues no!
¡Bájame miserable! ¡Por favor! ¡Bájame ahora mismo estúpido!- Intenté como pude guardar la varita para evitar que se me cayese, porque poco a poco iba notando como me quedaba asumida en un dolor demasiado fuerte en la cabeza, no podía, no podía seguir así.- No pienso hacerte nada, no diré nada. ¡Pero bájame!- Sonaba bastante molesta como era lógico pero poco a poco me quedé con energías nulas, estaba seguro que si no me bajaba iba a acabar mal, y sería yo y encima acabaría él de rositas, no podía permitir eso. Por lo que solo me quedaba una cosa, de la cual si lo hacía, el darme libertad, se iba a enterar.-¿Qué quieres que haga? Te lo suplico, bájame. Tú ganas, ¿vale?- Acabé diciéndole con un gran dolor en el pecho que parecía arderme como si fuego fuera. Pero por muy desesperada que sonara por bajarme en el fondo estaba muriendo de rabia en mi interior y cuando estuviera abajo mientras yo intentaba recuperarme él iba a sufrir, quizá no hoy.. Pero iba a sufrir por no hacer las cosas bien conmigo.
Saqué mi varita de mi vestido y nuevamente apunté para poder hacer que me soltase. Me daba igual si él no quería hacerlo, en ese caso tenía que intentarlo yo.-Liberacorpus- volví a pronunciar esperando que resultara exitoso, de ser lo contrario tendría que suplicar si no quería sufrir daños. Pero tenía que tener por seguro que al final acabaría pagando las consecuencias por desconfiar de la palabra de una leona y encima de jugar con ella. ¡Conmigo no jugaba nadie! Cerré nuevamente los ojos esperando haber caído, aunque seguramente no me fuera a dar cuenta del golpe que me podría dar. Pero no, no iba a tener suerte hoy. Demasiada sangre en el cerebro como para poder hacer nada bien. ¿Qué narices pasaba? ¿No podía hacer algo bien por una vez en este día? Bastante que fuera él quien descubriese la verguenza de los dos Gryffindor. ¡Si mi antepasado se enterase! Esto no pasaría si estuviera en suelo pero claro... ¡Tenía que ser el quien llevase las riendas. ¡Pues no!
¡Bájame miserable! ¡Por favor! ¡Bájame ahora mismo estúpido!- Intenté como pude guardar la varita para evitar que se me cayese, porque poco a poco iba notando como me quedaba asumida en un dolor demasiado fuerte en la cabeza, no podía, no podía seguir así.- No pienso hacerte nada, no diré nada. ¡Pero bájame!- Sonaba bastante molesta como era lógico pero poco a poco me quedé con energías nulas, estaba seguro que si no me bajaba iba a acabar mal, y sería yo y encima acabaría él de rositas, no podía permitir eso. Por lo que solo me quedaba una cosa, de la cual si lo hacía, el darme libertad, se iba a enterar.-¿Qué quieres que haga? Te lo suplico, bájame. Tú ganas, ¿vale?- Acabé diciéndole con un gran dolor en el pecho que parecía arderme como si fuego fuera. Pero por muy desesperada que sonara por bajarme en el fondo estaba muriendo de rabia en mi interior y cuando estuviera abajo mientras yo intentaba recuperarme él iba a sufrir, quizá no hoy.. Pero iba a sufrir por no hacer las cosas bien conmigo.
Última edición por Emma J. Gryffindor el Dom Sep 28, 2014 1:45 pm, editado 1 vez
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Emma J. Gryffindor' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
Volvió a intentar aquel hechizo que a mi parecer era tan fácil de conjurar que hasta un niño de primer año podría hacerlo mejor que ella. Sin embargo, dadas las condiciones en las que se encontraba disponía de un handicap que dejaba a su bien malogrado intelecto reducido unas dos terceras partes de lo que en óptimas condiciones podía hacer, simplemente lamentable. Aunque debía admitir que estar presente en aquel espectáculo que presenciaban mis ojos era agradable, sobretodo porque el "protagonista" que sobresalía en la historia era yo y, ella simplemente "el malo de la trama" al que le daban su merecido.
Seguí jugando con la varita entre mis manos ajeno a las burdas palabras que me dedicaba. Sonreí y negué con la cabeza-Que silencio tan agradable..-susurré acomodándome en la silla mientras cerraba los ojos, ignorándola como si en verdad no hubiese nada ni nadie presente ante mis narices, como si estuviese solo en aquella aparente oscuridad. Sus promesas eran vanas, sus palabras eran ruido al que callar de una forma u otra, pero ahora no, ahora simplemente me contentaría con la indiferencia, con el disfrute de los sentimientos ajenos, como si su voz fuera un canto de auxilio que me sonaba como música celestial.
Respiré hondo y abrí los ojos en el momento que soltaba aquella pregunta, a mi parecer retórica puesto que ya le había contestado que quería minutos antes de que se pusiese a chillar como una loca. Sus palabras, aunque odiosas daban el significado que ansiaba mi cuerpo, la verdadera superioridad intelectual ofrecida por mi némesis, completamente delicioso. Me levanté tranquilamente de la silla en la que estaba sentado y dirigí mi varita hacia su cuerpo-Liberacorpus-susurré invocando al hechizo, liberando su tobillo y dejando que cayese contra el suelo de piedra sin hacer absolutamente nada para parar su golpe.
Me entretuve para ver el impacto que sufría y acto seguido me di media vuelta empezando a caminar en dirección contraria a la que se encontraba la pelirroja, el juego solo acababa de comenzar, pero en aquel momento prefería retirarme mientras ganaba, así seguro que la victoria estaría cada vez más cerca de mis garras. Para que con un solo movimiento pudiese alzarme como vencedor en aquella guerra que seguía desde el inicio de ésta en primero.
Seguí jugando con la varita entre mis manos ajeno a las burdas palabras que me dedicaba. Sonreí y negué con la cabeza-Que silencio tan agradable..-susurré acomodándome en la silla mientras cerraba los ojos, ignorándola como si en verdad no hubiese nada ni nadie presente ante mis narices, como si estuviese solo en aquella aparente oscuridad. Sus promesas eran vanas, sus palabras eran ruido al que callar de una forma u otra, pero ahora no, ahora simplemente me contentaría con la indiferencia, con el disfrute de los sentimientos ajenos, como si su voz fuera un canto de auxilio que me sonaba como música celestial.
Respiré hondo y abrí los ojos en el momento que soltaba aquella pregunta, a mi parecer retórica puesto que ya le había contestado que quería minutos antes de que se pusiese a chillar como una loca. Sus palabras, aunque odiosas daban el significado que ansiaba mi cuerpo, la verdadera superioridad intelectual ofrecida por mi némesis, completamente delicioso. Me levanté tranquilamente de la silla en la que estaba sentado y dirigí mi varita hacia su cuerpo-Liberacorpus-susurré invocando al hechizo, liberando su tobillo y dejando que cayese contra el suelo de piedra sin hacer absolutamente nada para parar su golpe.
Me entretuve para ver el impacto que sufría y acto seguido me di media vuelta empezando a caminar en dirección contraria a la que se encontraba la pelirroja, el juego solo acababa de comenzar, pero en aquel momento prefería retirarme mientras ganaba, así seguro que la victoria estaría cada vez más cerca de mis garras. Para que con un solo movimiento pudiese alzarme como vencedor en aquella guerra que seguía desde el inicio de ésta en primero.
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
Fui liberada por fin, cayendo al suelo de golpe recibiendo un gran dolor, pero más dolor tenía en mi orgullo, un dolor que eso no podía curarlo ni la magia más potente del universo que ningún mago haya conocido. Estaba herida, pero no solo físicamente por agotamiento, no. Estaba herida moralmente y no podía dejar que se saliera con la suya. Me quedé en el suelo durante un rato hasta que recuperé mi estado más o menos, no demasiado, mientras le veía marcharse tan tranquilo hacia.. ¿Hacia donde? No iba a dejar que se fuera así como así después de la vergüenza que me había hecho pasar. Con toda mi voluntad, y mi dolor de cabeza, me levanté como pude y caminé hacia a él cual herido de gravedad, puesto que demasiada sangre al cerebro afectaba, quizá eso fuera el motivo por el que no lograba conjurar nada bien. Intenté ir ligera pero iba un poco mareada caminando hacia a él hecha toda una furia que parecía ir levantando fuego por su camino.
Cuando estuve a la altura de él estiré un poco el brazo esforzándome lo posible para girarle y plantarle cara bastante mosqueada.- Oh, no. Después de esto no pienso dejarte ir tan de rositas.- Le susurré con una sonrisa bastante divertida mientras le agarraba de las partes con una mano apretando fuerte hasta el punto de querer hacerle daño, no demasiado pero el suficiente. Lo hice con decisión y rapidez, la que podía tener en ese momento.-Ni se te ocurra volver a tratarme como si fuera tu piñata, porque te juro que acabaré con tu existencia. ¿Me estás escuchando? Más te vale porque esto no ha acabado. ¿Quién te crees para hacerte el superior?- Le agarré con más fuerza, apretando más en la zona con todo mi odio contenido.-¿Eh?- Pregunté como llamando su atención para luego soltar bruscamente aquella parte asquerosa que prefería no tocar durante mucho tiempo.-Solo me causas dolores de cabeza.. No te vas a librar de mí, pienso ser tu pesadilla, Keane.- Le susurré entre dientes intentando calmarme, porque irritarme solo me daba más dolores.
Estaba dando más de mí de lo que pudiera haber dado en cualquier situación normal. Le tomé por el cuello de la camisa para acercarlo a mí y pegar mi frente contra la suya con una mirada bastante cargada de odio. Pero mi corazón latía con rapidez ante tanta cercanía entre amos. Nunca logré saber porqué me ponía en parte nerviosa cuando estábamos así de cerca.- ¿Qué? ¿Has disfrutado de mis bragas? ¿O es que querías ver lo que había de bajo de ellas, guarro?- Al principio se lo pregunte de manera tranquila pero llegando al insulto volvía a enfadarme nuevamente. Todo lo que decía lo decía en un susurro y es que no quería gritar más porque me molestaba.-Pues.. ¿Sabes qué? Toma esto asqueroso.- Tras decirle eso le planté un beso bien plantado durante unos breves segundos. Sinceramente no sabía ni yo misma cómo me había dado por hacer eso, pero como si de un instinto animal se tratara lo hice. Mi respiración se volvió un tanto agitada al igual que mis latidos pero luego me se paré un poco de aquel rosto mirandole con odio.-Un acto asqueroso para que lo disfrutes, querido.- Susurré burlona con la sonrisa que lo decía todo.
Cuando estuve a la altura de él estiré un poco el brazo esforzándome lo posible para girarle y plantarle cara bastante mosqueada.- Oh, no. Después de esto no pienso dejarte ir tan de rositas.- Le susurré con una sonrisa bastante divertida mientras le agarraba de las partes con una mano apretando fuerte hasta el punto de querer hacerle daño, no demasiado pero el suficiente. Lo hice con decisión y rapidez, la que podía tener en ese momento.-Ni se te ocurra volver a tratarme como si fuera tu piñata, porque te juro que acabaré con tu existencia. ¿Me estás escuchando? Más te vale porque esto no ha acabado. ¿Quién te crees para hacerte el superior?- Le agarré con más fuerza, apretando más en la zona con todo mi odio contenido.-¿Eh?- Pregunté como llamando su atención para luego soltar bruscamente aquella parte asquerosa que prefería no tocar durante mucho tiempo.-Solo me causas dolores de cabeza.. No te vas a librar de mí, pienso ser tu pesadilla, Keane.- Le susurré entre dientes intentando calmarme, porque irritarme solo me daba más dolores.
Estaba dando más de mí de lo que pudiera haber dado en cualquier situación normal. Le tomé por el cuello de la camisa para acercarlo a mí y pegar mi frente contra la suya con una mirada bastante cargada de odio. Pero mi corazón latía con rapidez ante tanta cercanía entre amos. Nunca logré saber porqué me ponía en parte nerviosa cuando estábamos así de cerca.- ¿Qué? ¿Has disfrutado de mis bragas? ¿O es que querías ver lo que había de bajo de ellas, guarro?- Al principio se lo pregunte de manera tranquila pero llegando al insulto volvía a enfadarme nuevamente. Todo lo que decía lo decía en un susurro y es que no quería gritar más porque me molestaba.-Pues.. ¿Sabes qué? Toma esto asqueroso.- Tras decirle eso le planté un beso bien plantado durante unos breves segundos. Sinceramente no sabía ni yo misma cómo me había dado por hacer eso, pero como si de un instinto animal se tratara lo hice. Mi respiración se volvió un tanto agitada al igual que mis latidos pero luego me se paré un poco de aquel rosto mirandole con odio.-Un acto asqueroso para que lo disfrutes, querido.- Susurré burlona con la sonrisa que lo decía todo.
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
Ahora mismo solo me importaban las pisadas que daba sobre el suelo de piedra, la escena que había formado antes ya carecía de importancia pero la sonrisa que había dibujado en mis labios no me la quitaría absolutamente nadie o al menos eso tenía en mente hasta que la leona volvió a hacer acto de presencia, provocando que soltase un bufido de mis labios-¿Y ahora que quieres?-espeté con indiferencia, como si no fuera ya suficiente la noche seguía y eso daba paso a un siguiente asalto entre ambos, como si se tratase de una pelea de boxeo.
La sonrisa que portaba en mis labios desapareció en cuestión de segundos cuando noté donde colocaba sus manos, dejando que la seriedad impregnase mis facciones. Apreté la mandíbula y tensé cada uno de los músculos que formaban mi cuerpo-Suéltame-pronuncié calmado aunque aquello no dudaría mucho tiempo, me estaba empezando a enfadar y el simple hecho que utilizara mis partes nobles para amenazarme era algo que no podía tolerar en absoluto. Coloqué mis manos encima de las suyas con la intención de cesar aquel delirio que se estaba produciendo. Pero solo pude conseguir que apretase todavía más, soltando un gemido más de dolor que de cualquier otro sentimiento.
Ella siguió hablando así que aproveché aquel momento para apartar sus manos de mi miembro sintiéndome verdaderamente libre aunque fuera por décimas de segundo. Sintiendo como el dolor mitigaba mis sentidos y amenazaba con hacerme caer al suelo, de rodillas. Aunque ella evitó aquella caída tomándome del cuello de la camisa-Estás haciendo el ridículo-susurré antes de notar como pegaba su frente a la mía. Me posicioné de pie tranquilamente dejando que aquel dolor que anteriormente nublaba mis sentidos fuese descendiendo con el tiempo aunque.. no menguó de intensidad ni por una milésima de segundo.
La siguiente pregunta me hizo reír con la cabeza ¿Qué si quería ver lo que había debajo de sus bragas? Por supuesto, deseaba ver que escondía con tanto ahínco que muchas veces creía que no podría aguantar sin levantar su falda y adentrarme en aquel paraíso veraniego pero, no iba a tocarla a la primera de cambio para conseguir lo que quería eso sería sucio y rastrero, más de lo que yo ya de por si era-Claro que he disfrutado- "sería tonto si no lo hiciera" continué hablando en mi mente mientras ofrecía la mejor de mis sonrisas sin ser consciente de lo que venía a continuación.
Me besó, un beso que me pareció completamente repugnante y que al final decidí apartarla con un leve empujón, escupiéndole una vez que sus labios se habían separado de los míos. Sinceramente ahora mismo después de aquel acto sentía asco y repugnancia hacia la chica que tenía ante mis narices además de que tenía unas ganas de ducharme inquietantes. Pero todavía no podía irme. Después de lo que me había hecho debía devolvérsela, así que saqué la varita y la apunté directamente al pecho-Desmaius-susurré con toda la intención del mundo de perderla de mi vista aunque fuera por al menos una hora, o toda la noche, lo que mejor me viniese en estos momentos..
La sonrisa que portaba en mis labios desapareció en cuestión de segundos cuando noté donde colocaba sus manos, dejando que la seriedad impregnase mis facciones. Apreté la mandíbula y tensé cada uno de los músculos que formaban mi cuerpo-Suéltame-pronuncié calmado aunque aquello no dudaría mucho tiempo, me estaba empezando a enfadar y el simple hecho que utilizara mis partes nobles para amenazarme era algo que no podía tolerar en absoluto. Coloqué mis manos encima de las suyas con la intención de cesar aquel delirio que se estaba produciendo. Pero solo pude conseguir que apretase todavía más, soltando un gemido más de dolor que de cualquier otro sentimiento.
Ella siguió hablando así que aproveché aquel momento para apartar sus manos de mi miembro sintiéndome verdaderamente libre aunque fuera por décimas de segundo. Sintiendo como el dolor mitigaba mis sentidos y amenazaba con hacerme caer al suelo, de rodillas. Aunque ella evitó aquella caída tomándome del cuello de la camisa-Estás haciendo el ridículo-susurré antes de notar como pegaba su frente a la mía. Me posicioné de pie tranquilamente dejando que aquel dolor que anteriormente nublaba mis sentidos fuese descendiendo con el tiempo aunque.. no menguó de intensidad ni por una milésima de segundo.
La siguiente pregunta me hizo reír con la cabeza ¿Qué si quería ver lo que había debajo de sus bragas? Por supuesto, deseaba ver que escondía con tanto ahínco que muchas veces creía que no podría aguantar sin levantar su falda y adentrarme en aquel paraíso veraniego pero, no iba a tocarla a la primera de cambio para conseguir lo que quería eso sería sucio y rastrero, más de lo que yo ya de por si era-Claro que he disfrutado- "sería tonto si no lo hiciera" continué hablando en mi mente mientras ofrecía la mejor de mis sonrisas sin ser consciente de lo que venía a continuación.
Me besó, un beso que me pareció completamente repugnante y que al final decidí apartarla con un leve empujón, escupiéndole una vez que sus labios se habían separado de los míos. Sinceramente ahora mismo después de aquel acto sentía asco y repugnancia hacia la chica que tenía ante mis narices además de que tenía unas ganas de ducharme inquietantes. Pero todavía no podía irme. Después de lo que me había hecho debía devolvérsela, así que saqué la varita y la apunté directamente al pecho-Desmaius-susurré con toda la intención del mundo de perderla de mi vista aunque fuera por al menos una hora, o toda la noche, lo que mejor me viniese en estos momentos..
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Robert A. Keane' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
Su saliva sobre mi no me iba a hacer para, menos ahora que me él había fallado aquel hechizo que trató de lanzarme. Podría decir con total exactitud que él era la cosa más asquerosa que había pesado nunca. Era como besar a un caracol pegajoso con sabor a babas de elefante. ¡Asqueroso! Peor que comer grageras. -En realidad a quién quería mentir si sabía, aunque no lo admitía que me encantó el beso. Pero son cosas a parte- .
Le miré fijamente a los ojos tras haber sido retrocedida hacia atrás por el empujón que me había pegado. Entonces tomé mi varita, bastante harta de que me lanzase tantos hechizos como si fuera un muñeco de prácticas. A punté hacia su varita y le sonreí de manera muy burlona disfrutando de su repugnancia hacia mí y por ese odio contenido.-Accio.- Pronuncié con la mayor tranquilidad del mundo esperando que tras haber recuperado en su mayoría consiguiera realizar el hechizo y retirar la varita contraria por una vez por todas y así mantener el control de la situación por una vez en toda la noche.
Cuando menos me lo esperé la varita contraria estaba siendo atraída hacia a mí, la cual atrapé con rapidez para evitar que la recuperase y la guardé dentro de mi vestido muy lejos del alcance de las manos contrarias para así evitar que volviera conjurar ningún hechizo en contra mía. Pero para evitar que volviera a ocurrir nada no paré de apuntarle con la punta de la varita con la cabeza bien alta y altiva, mostrando como mi orgullo había aumentado por momentos.- Se acabó el juego. ¿Crees que puedes hacer todo tipo de cosas contra mí como si fueras alguien digno de ello?- Negué la cabeza tranquilamente y con la sonrisa burlona.- No, ni harta vino. Y ahora tienes que admitir que tu plan no a salido tal y como te lo esperabas. Como siempre, volví a darle la vuelta a la tortilla...- Me acerqué tranquilamente hacia él sin dejar de apuntarle, acercando la punta de la varita a su cuello como el minutos anteriores me lo estaba haciendo a mí. Las cosas habían cambiado ahora, puesto que sin varita él no podría hacer nada.
¿Sabes lo que haremos? Tras esto está claro quien manda. Yo. Y como vuelvas a tocarme los ovarios más de la cuenta te tocaré yo los huevos más de la cuenta. ¿Está claro? ¿O es que no te los agarré suficiente?- Pregunté bastante divertida acercando mi cuerpo al suyo por inercia a la vez que mi rostro al contrario.- Me das asco, Keane. ¿Pero sabes lo peor de todo? Que tu ignorancia no te deja ver que soy superior a ti. Los leones se comen a las serpientes, querido.- Susurré a escasos centímetros de los labios contrarios con un gran deseo de volver a besarlos y saborear aquellos labios pero mi orgullo podía conmigo y gracias a que podía no cometí ninguna locura.
La varita no dejaba de apuntar a su cuello, pues no quería más problemas de los que teníamos.- ¿Sigues queriendo ver que hay más allá de mis bragas?- Reí junto a sus labios sin parar de mirarle a los ojos desafiante. Ahora yo tenía el control y se atrevía a dar un solo paso en mi contra haría que se cayera desmayado como él no lo hizo.-Si no puedes con tu enemigo, únete a él... Tu eliges. ¿Quieres que vaya al director? Pues pórtate bien. ¿Si?
Le miré fijamente a los ojos tras haber sido retrocedida hacia atrás por el empujón que me había pegado. Entonces tomé mi varita, bastante harta de que me lanzase tantos hechizos como si fuera un muñeco de prácticas. A punté hacia su varita y le sonreí de manera muy burlona disfrutando de su repugnancia hacia mí y por ese odio contenido.-Accio.- Pronuncié con la mayor tranquilidad del mundo esperando que tras haber recuperado en su mayoría consiguiera realizar el hechizo y retirar la varita contraria por una vez por todas y así mantener el control de la situación por una vez en toda la noche.
Cuando menos me lo esperé la varita contraria estaba siendo atraída hacia a mí, la cual atrapé con rapidez para evitar que la recuperase y la guardé dentro de mi vestido muy lejos del alcance de las manos contrarias para así evitar que volviera conjurar ningún hechizo en contra mía. Pero para evitar que volviera a ocurrir nada no paré de apuntarle con la punta de la varita con la cabeza bien alta y altiva, mostrando como mi orgullo había aumentado por momentos.- Se acabó el juego. ¿Crees que puedes hacer todo tipo de cosas contra mí como si fueras alguien digno de ello?- Negué la cabeza tranquilamente y con la sonrisa burlona.- No, ni harta vino. Y ahora tienes que admitir que tu plan no a salido tal y como te lo esperabas. Como siempre, volví a darle la vuelta a la tortilla...- Me acerqué tranquilamente hacia él sin dejar de apuntarle, acercando la punta de la varita a su cuello como el minutos anteriores me lo estaba haciendo a mí. Las cosas habían cambiado ahora, puesto que sin varita él no podría hacer nada.
¿Sabes lo que haremos? Tras esto está claro quien manda. Yo. Y como vuelvas a tocarme los ovarios más de la cuenta te tocaré yo los huevos más de la cuenta. ¿Está claro? ¿O es que no te los agarré suficiente?- Pregunté bastante divertida acercando mi cuerpo al suyo por inercia a la vez que mi rostro al contrario.- Me das asco, Keane. ¿Pero sabes lo peor de todo? Que tu ignorancia no te deja ver que soy superior a ti. Los leones se comen a las serpientes, querido.- Susurré a escasos centímetros de los labios contrarios con un gran deseo de volver a besarlos y saborear aquellos labios pero mi orgullo podía conmigo y gracias a que podía no cometí ninguna locura.
La varita no dejaba de apuntar a su cuello, pues no quería más problemas de los que teníamos.- ¿Sigues queriendo ver que hay más allá de mis bragas?- Reí junto a sus labios sin parar de mirarle a los ojos desafiante. Ahora yo tenía el control y se atrevía a dar un solo paso en mi contra haría que se cayera desmayado como él no lo hizo.-Si no puedes con tu enemigo, únete a él... Tu eliges. ¿Quieres que vaya al director? Pues pórtate bien. ¿Si?
Última edición por Emma J. Gryffindor el Dom Sep 28, 2014 5:45 pm, editado 2 veces
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Emma J. Gryffindor' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
El Desmaius había fallado y le había dado la oportunidad de que me arrebatase mi varita, la cual me hubiese dado el poder de defenderme si el hechizo realizado hubiese surtido efecto pero, contrario de eso solo pude ver como mi varita se escurría entre mis dedos para ver como ella la tomaba y la guardaba dentro de su vestido, hecho que provocó que sintiese unas ganas de vomitar tremendas. Después de aquello no iba a ser capaz de empuñar de nuevo aquella endemoniada, no después de saber que la propia madera había tocado el cuerpo de mi némesis.
Sus palabras me pusieron a la defensiva mientras la miraba con odio ¿Cómo había fallado dos hechizos de golpe y de pronto? ¿Cómo no había podido defenderme de mi agresora? No lo sabía, pero la situación había conseguido ponerme contra las cuerdas. Habría sido mejor que hubiese desaparecido, había sido mejor no darle la espalda para evitar prodigarle la oportunidad para retorcerme los huevos y arrebatarme la varita. Si solo hubiese desaparecido escaleras abajo todo sería diferente, pero.. las cosas nunca funcionaban como uno quería y por eso.. empezaba a lamentar las decisiones que había tomado en caliente.
Levanté la cabeza orgulloso de mi porte, de mi elegancia y de lo que había conseguido aquella noche, puede que no estuviese en condiciones para ponerme gallito-Claro que puedo-susurré a pesar de que ella negase aquello que había dicho y/o pronunciado. Apreté los puños de mis manos situadas a los costados de mi tronco y me negué a hablar, no le daría esa satisfacción, antes sería reducido, maltratado o malcriado, tal y como hacía mi padre cuando volvía a pisar el umbral de la casa.
Sentí la varita sobre mi cuello y tragué saliva, era como volver a casa, era como ver a mi madre clamando porque no me matasen, porque me dejasen libre a pesar de ser un licántropo. Capaz de matar sin ser consciente, capaz de romper la familia por la que seguía luchando, por la que seguía fingiendo que todo iba bien, por la que decía que no había nada malo en mi vida. Seguí en silencio abstraído en mis pensamientos, rememorando las escenas que tenía desde que el incidente en quinto curso se había desatado, desde que fui un completo idiota por adentrarme en el bosque prohibido una noche de luna llena..
Se siguió acercando a mi persona pero yo seguía en otro mundo reviviendo una y otra vez las injusticias al ser tratado no como un puro que merecía un cierto estatus, sino como un ser contaminado que no valía más que un simple squib. Visualicé su rostro una vez sus labios dejaron de moverse, pero aquello no duró por mucho tiempo y escuché atentamente sus palabras, aquellas que decían que le daba asco y que mi poca inteligencia me privaba a ver que ella era mejor. Simplemente bobadas.
Sus palabras me hicieron arquear ambas cejas ¿Estaba en posición de hablar? La respuesta era no, pero aún así solté prenda-Seguiré queriendo pase lo que pase-comenté poniendo la sonrisa más lujuriosa y asquerosa que pude, ella no me iba a hacer cambiar de opinión a pesar de que sabía que iba a recibir considerablemente. Di un paso hacia atrás para guardar las distancias y negué con la cabeza-Podrías ir al director.. pero ¿Cómo explicarías la situación en la que estás viviendo? ¿Qué argumento le darías para desarmar a un alumno que además es prefecto y estaba haciendo su ronda?-pregunté sin aminalarme a pesar de la situación en la que me veía envuelto.
Sus palabras me pusieron a la defensiva mientras la miraba con odio ¿Cómo había fallado dos hechizos de golpe y de pronto? ¿Cómo no había podido defenderme de mi agresora? No lo sabía, pero la situación había conseguido ponerme contra las cuerdas. Habría sido mejor que hubiese desaparecido, había sido mejor no darle la espalda para evitar prodigarle la oportunidad para retorcerme los huevos y arrebatarme la varita. Si solo hubiese desaparecido escaleras abajo todo sería diferente, pero.. las cosas nunca funcionaban como uno quería y por eso.. empezaba a lamentar las decisiones que había tomado en caliente.
Levanté la cabeza orgulloso de mi porte, de mi elegancia y de lo que había conseguido aquella noche, puede que no estuviese en condiciones para ponerme gallito-Claro que puedo-susurré a pesar de que ella negase aquello que había dicho y/o pronunciado. Apreté los puños de mis manos situadas a los costados de mi tronco y me negué a hablar, no le daría esa satisfacción, antes sería reducido, maltratado o malcriado, tal y como hacía mi padre cuando volvía a pisar el umbral de la casa.
Sentí la varita sobre mi cuello y tragué saliva, era como volver a casa, era como ver a mi madre clamando porque no me matasen, porque me dejasen libre a pesar de ser un licántropo. Capaz de matar sin ser consciente, capaz de romper la familia por la que seguía luchando, por la que seguía fingiendo que todo iba bien, por la que decía que no había nada malo en mi vida. Seguí en silencio abstraído en mis pensamientos, rememorando las escenas que tenía desde que el incidente en quinto curso se había desatado, desde que fui un completo idiota por adentrarme en el bosque prohibido una noche de luna llena..
Se siguió acercando a mi persona pero yo seguía en otro mundo reviviendo una y otra vez las injusticias al ser tratado no como un puro que merecía un cierto estatus, sino como un ser contaminado que no valía más que un simple squib. Visualicé su rostro una vez sus labios dejaron de moverse, pero aquello no duró por mucho tiempo y escuché atentamente sus palabras, aquellas que decían que le daba asco y que mi poca inteligencia me privaba a ver que ella era mejor. Simplemente bobadas.
Sus palabras me hicieron arquear ambas cejas ¿Estaba en posición de hablar? La respuesta era no, pero aún así solté prenda-Seguiré queriendo pase lo que pase-comenté poniendo la sonrisa más lujuriosa y asquerosa que pude, ella no me iba a hacer cambiar de opinión a pesar de que sabía que iba a recibir considerablemente. Di un paso hacia atrás para guardar las distancias y negué con la cabeza-Podrías ir al director.. pero ¿Cómo explicarías la situación en la que estás viviendo? ¿Qué argumento le darías para desarmar a un alumno que además es prefecto y estaba haciendo su ronda?-pregunté sin aminalarme a pesar de la situación en la que me veía envuelto.
Última edición por Robert A. Keane el Dom Sep 28, 2014 6:24 pm, editado 1 vez
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
El miembro 'Robert A. Keane' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Re: Tu eliges[Emma]
Me sentía cómoda llevando la situación pero lo cierto es que no me gustaba del todo, pero aquella sonrisa tan... Asquerosa no sabía ni por qué me hacía sentir algo en mi interior que removía todo el estómago mirando mientras se alejaba ligeramente de mí, al menos era para mantener distancia. Pero yo no iba a dejar que se fuera tranquilamente mientras caminaba hacia atrás. No se podía ir sin su varita pero sinceramente por muchas vueltas que él quisiera dar a la situación para ponerla a su favor.. Era imposible.-¿Te parece poco colgarme hacia a bajo siendo una prefecta? La situación es tan sencilla de explicar que me pregunto como pensarías salir de esta.- Poco a poco bajé la varita con tranquilidad pero decidida mientras le miraba fijamente a los ojos, sin retirarlos en ningún segundo y sin dejar de apuntarle por si las moscas.
Sostuve con firmeza la varita, el pulso no me temblaba y me acerqué el paso que él retrocedió mirándole bastante amenazante pero burlona, sabía perfectamente que él no tenía nada que hacer ahora. No tenía magia que utilizar, varita que sostener. Encima yo poseía dos, fíjate por donde. Tendría que haberse ido por donde vino, haber dejado a esos alumnos y esto no hubiera pasado.- ¿Te has dado cuenta de lo que has conseguido? Pensé que eras más inteligente. Pero vaya... Me has sorprendido. No lo eres.- Le estaba llamando tonto en toda la cara y lo cierto es que no me iba a cortar con ella. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Por qué tenía que cortarme? Pobre ingenuo. Se creía que tenía todo en sus manos y ahora.. ¿Qué tenía? Era cierto que yo también la había cagado y que había metido en dos ocasiones la pata, pero por fin en toda la noche hacía algo bien y no iba a permitir que Keane me quitara el gusto de disfrutar mi momento. ¿Por qué debía hacerlo?
Mi mirada calmó, alejando todo ese enfado que tenía en mi cuerpo quedándose mi mente con sola la mirada y esa sonrisa lujuriosa. Me resultó graciosa porque su comentario la verdad es que no me sorprendía para nada. Solté una leve risa por lo de que dijo y que me había acordado. Entonces devolví la misma sonrisa lujuriosa que él tenía con mi mayor encanto, que por alguna razón me salió con mucha naturalidad y como si de verdad me gustase la idea -que me atraía pero no lo admitiría- y me acerqué al rostro ajeno con mucha cercanía.- Podría mostrarte lo que hay más allá de mis bragas.. - Susurré manteniendo el contacto visual mientras mi tono de voz sonaba sincero -que así lo era, pues era a veces tan sincera que ni me daba cuenta- y comencé a acariciar el cuello con ambas manos y con mucha delicadeza, después de haber guardado bien la varita, y acaricié los labios con los propios de manera juguetona.- Dejar las tensiones y el odio a un lado...- Continué susurrando sin darle tiempo a decir nada mientras masajeaba tranquilamente sus hombros.- Así ganarías lo que quieres, ¿no?- Y tras esa pequeña pregunta lo besé atraída como un imán. No pensaba verdaderamente en ese momento, seguramente fuera la tensión de todo lo anterior y esa sonrisa lo que me incitó a ello. ¡Maldito y asqueroso Robert! Me las pagaría cuando me diese cuenta. Pero ahora me limité a besarlo mientras lo abrazaba por el cuello, aunque no demasiado fuerte ni nada, podría separarme perfectamente si no lo deseaba, pues yo no le iba obligar a nada, no era tan mala como él podría llegar.
Sostuve con firmeza la varita, el pulso no me temblaba y me acerqué el paso que él retrocedió mirándole bastante amenazante pero burlona, sabía perfectamente que él no tenía nada que hacer ahora. No tenía magia que utilizar, varita que sostener. Encima yo poseía dos, fíjate por donde. Tendría que haberse ido por donde vino, haber dejado a esos alumnos y esto no hubiera pasado.- ¿Te has dado cuenta de lo que has conseguido? Pensé que eras más inteligente. Pero vaya... Me has sorprendido. No lo eres.- Le estaba llamando tonto en toda la cara y lo cierto es que no me iba a cortar con ella. ¿Por qué iba a hacerlo? ¿Por qué tenía que cortarme? Pobre ingenuo. Se creía que tenía todo en sus manos y ahora.. ¿Qué tenía? Era cierto que yo también la había cagado y que había metido en dos ocasiones la pata, pero por fin en toda la noche hacía algo bien y no iba a permitir que Keane me quitara el gusto de disfrutar mi momento. ¿Por qué debía hacerlo?
Mi mirada calmó, alejando todo ese enfado que tenía en mi cuerpo quedándose mi mente con sola la mirada y esa sonrisa lujuriosa. Me resultó graciosa porque su comentario la verdad es que no me sorprendía para nada. Solté una leve risa por lo de que dijo y que me había acordado. Entonces devolví la misma sonrisa lujuriosa que él tenía con mi mayor encanto, que por alguna razón me salió con mucha naturalidad y como si de verdad me gustase la idea -que me atraía pero no lo admitiría- y me acerqué al rostro ajeno con mucha cercanía.- Podría mostrarte lo que hay más allá de mis bragas.. - Susurré manteniendo el contacto visual mientras mi tono de voz sonaba sincero -que así lo era, pues era a veces tan sincera que ni me daba cuenta- y comencé a acariciar el cuello con ambas manos y con mucha delicadeza, después de haber guardado bien la varita, y acaricié los labios con los propios de manera juguetona.- Dejar las tensiones y el odio a un lado...- Continué susurrando sin darle tiempo a decir nada mientras masajeaba tranquilamente sus hombros.- Así ganarías lo que quieres, ¿no?- Y tras esa pequeña pregunta lo besé atraída como un imán. No pensaba verdaderamente en ese momento, seguramente fuera la tensión de todo lo anterior y esa sonrisa lo que me incitó a ello. ¡Maldito y asqueroso Robert! Me las pagaría cuando me diese cuenta. Pero ahora me limité a besarlo mientras lo abrazaba por el cuello, aunque no demasiado fuerte ni nada, podría separarme perfectamente si no lo deseaba, pues yo no le iba obligar a nada, no era tan mala como él podría llegar.
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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Re: Tu eliges[Emma]
Me llevé el dedo índice al interior del oído rascándome éste mientras escuchaba sus excusas de mala muerte. Negué con la cabeza y sonreí al encontrar un poco de cera en mi oído-Todos tenemos problemas, eso no significa que los tuyos me importen-aseguré mientras juntaba pulgar e indice y me deshacía de la cera que se había acoplado en la uña entre la primera y la tercera falange. Ni siquiera tenía ganas de prestarle la más mínima atención, lo único que quería de ella en aquel preciso instante era que me devolviese la varita, con eso ya sería feliz y me marcharía del lugar con la intención de volver a mi habitación.
Daba pasos hacia atrás con la intención de alejarme de ella ¿Es que no se daba cuenta que no quería respirar su mismo aire? ¿Qué no quería permanecer más tiempo con ella pero que lo necesitaba porque sino no podía recuperar el artilugio más indispensable de mi vida como mago? Al parecer no, puesto que cada vez que yo reculaba hacia atrás ella omitía la distancia que había entre nosotros acortando la que nos separaba y, eso conseguía cabrearme sintiendo como poco a poco llegaba a arderme la sangre.
Arqueé ambas cejas al ver como se acercaba a mi persona-Al final va a ser que eres tan guarra como los demás comentan-comenté rodando los ojos con demasiada sinceridad tras mis palabras, pero era lo que sus movimientos me hacían pensar. Extraño fue que después de mis palabras ella me acariciase el cuello y se acercase peligrosamente a mis labios ¿Pero es que le iba el rollo duro o qué diantres le pasaba? Me estaba metiendo con ella, lo normal era que se cabrease, que se pusiera roja como un tomate y me gritase alguna bordería, no que reaccionase de forma totalmente opuesta la cual me dejaba bastante descolocado.
Más palabras y caricias seguidas de más confusión por mi parte hasta que me besó, beso que tardé en responder pero que al final respondí, porque me di cuenta que mientras la despistaba con aquel hecho carnal podría buscar entre sus ropajes y encontrar mi varita. Así pues extendí mis manos por su cintura subiéndolas mientras me percataba de cualquier bulto encontrado por el camino, pero lo único que conseguí fue tocar sus pechos sin encontrar absolutamente nada. Aún así no deseché la oportunidad de empaparme de sus medidas antes de moverle los labios con fuerza con la intención de hacer sangrar su labio inferior. Seguí buscando recorriendo su espalda hasta que encontré una protuberancia a la altura de la cintura. Así que introduje mi mano hasta dar con la varita y, solo en ese momento me separé bruscamente de sus labios ya que acababa de encontrar el trofeo robado.
Daba pasos hacia atrás con la intención de alejarme de ella ¿Es que no se daba cuenta que no quería respirar su mismo aire? ¿Qué no quería permanecer más tiempo con ella pero que lo necesitaba porque sino no podía recuperar el artilugio más indispensable de mi vida como mago? Al parecer no, puesto que cada vez que yo reculaba hacia atrás ella omitía la distancia que había entre nosotros acortando la que nos separaba y, eso conseguía cabrearme sintiendo como poco a poco llegaba a arderme la sangre.
Arqueé ambas cejas al ver como se acercaba a mi persona-Al final va a ser que eres tan guarra como los demás comentan-comenté rodando los ojos con demasiada sinceridad tras mis palabras, pero era lo que sus movimientos me hacían pensar. Extraño fue que después de mis palabras ella me acariciase el cuello y se acercase peligrosamente a mis labios ¿Pero es que le iba el rollo duro o qué diantres le pasaba? Me estaba metiendo con ella, lo normal era que se cabrease, que se pusiera roja como un tomate y me gritase alguna bordería, no que reaccionase de forma totalmente opuesta la cual me dejaba bastante descolocado.
Más palabras y caricias seguidas de más confusión por mi parte hasta que me besó, beso que tardé en responder pero que al final respondí, porque me di cuenta que mientras la despistaba con aquel hecho carnal podría buscar entre sus ropajes y encontrar mi varita. Así pues extendí mis manos por su cintura subiéndolas mientras me percataba de cualquier bulto encontrado por el camino, pero lo único que conseguí fue tocar sus pechos sin encontrar absolutamente nada. Aún así no deseché la oportunidad de empaparme de sus medidas antes de moverle los labios con fuerza con la intención de hacer sangrar su labio inferior. Seguí buscando recorriendo su espalda hasta que encontré una protuberancia a la altura de la cintura. Así que introduje mi mano hasta dar con la varita y, solo en ese momento me separé bruscamente de sus labios ya que acababa de encontrar el trofeo robado.
Robert A. Keane- Slytherin
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Re: Tu eliges[Emma]
Acaricié tranquilamente la nuca ajena mientras el beso se alargaba. Claro estaba que yo no era tonta cuando noté que sus manos se deslizaban siseante por debajo de mi toga como si nada. Tras su exploración con sus sucias manos sabía que nada bueno podía esconderse, y no me sorprendió para nada el hecho que llegara tocar mis pechos y siguiese besándome tan tranquilamente, pero tan rápido como acarició mi cuerpo por delante llevó las manos hacia atrás, a mi espalda. Y comenzó a acariciar tanteando aquella zona en busca de algo. Cuando noté como se acercaba a la zona de la varia estaba claro que era lo que buscaba y yo no se lo iba a impedir para nada. ¿Por qué hacer? Había mordido bruscamente mi labio inferior y eso hizo que soltara un leve gemido de dolor pero a la vez de placer, no por el hecho del daño claro. Entonces cuando tuvo varita en mano separó los labios como si nada hubiera pasado.
Yo le sonreí de oreja a oreja como si hubiera conseguido mi premio, y es que así era. Yo no le había soltado en ningún momento el cuello de mis brazos.- Deberíamos jugar más veces a buscar la varita... ¿No crees, lagarto?- Mi tono de voz era bastante susurrante y juguetón, a la par de burlona porque no podía evitar burlarme de el siempre que podía, aunque fuera a mi manera.- Además, no crees rumores donde no los hay. Se te da muy mal mentir...- Deslicé tranquilamente mis brazos para acariciar su cuello con mis manos y acabar llevando la yema de los dedos de una mano a acariciar los labios ajenos brevemente para luego retirar la sangre de mis labios y tomar una distancia un poco más prudente entre los dos, aunque algo en mí parecía apagarse como si fuera una llama cuanto más lejos estaba de él.- Tú me odias, yo te odio. Ambos lo sabemos. Pero también sabemos que te va más una cueva que cubrir con dos buenas montañas que un tonto un lápiz... Así que el más indicado no eres para llamarme "guarra".- Le guiñé el ojo mientras me cruzaba de brazos.
Cruzada de brazos y arqueando una ceja apareciendo muchas dudas en mi cabeza.- Ya tienes lo que querías, ¿no? ¿Qué vas a hacer? ¿Obligar a una lagarta guarrona a ir a tu cuarto desnuda? Como eres prefecto...-Dejé caer en el aire como si estuviera bastante molesta por eso pero intentando ocultarlo, yo ni si quiera me había dado cuenta y tampoco es que lo fuera a admitir que me molestaba y que me ponía un tanto celosa.- ¿A cuantas has partido? Si es que con ese palillo puedes hacer algo, claro.- Tras eso me miré las uñas mostrando en parte lo molesta que me hacía la idea y a la vez lo poco que quería creerme sus palabras. Fueran ciertas o no seguiría teniendo mi propia idea sobre el asunto y no querría aceptar su versión.-Que sepas que te has metido en tierra hostil, pequeño. Esto no a acabado aquí... - Finalicé para luego mirarle fijamente a los ojos y bastante desafiante, con una sonrisa ante todo.
Yo le sonreí de oreja a oreja como si hubiera conseguido mi premio, y es que así era. Yo no le había soltado en ningún momento el cuello de mis brazos.- Deberíamos jugar más veces a buscar la varita... ¿No crees, lagarto?- Mi tono de voz era bastante susurrante y juguetón, a la par de burlona porque no podía evitar burlarme de el siempre que podía, aunque fuera a mi manera.- Además, no crees rumores donde no los hay. Se te da muy mal mentir...- Deslicé tranquilamente mis brazos para acariciar su cuello con mis manos y acabar llevando la yema de los dedos de una mano a acariciar los labios ajenos brevemente para luego retirar la sangre de mis labios y tomar una distancia un poco más prudente entre los dos, aunque algo en mí parecía apagarse como si fuera una llama cuanto más lejos estaba de él.- Tú me odias, yo te odio. Ambos lo sabemos. Pero también sabemos que te va más una cueva que cubrir con dos buenas montañas que un tonto un lápiz... Así que el más indicado no eres para llamarme "guarra".- Le guiñé el ojo mientras me cruzaba de brazos.
Cruzada de brazos y arqueando una ceja apareciendo muchas dudas en mi cabeza.- Ya tienes lo que querías, ¿no? ¿Qué vas a hacer? ¿Obligar a una lagarta guarrona a ir a tu cuarto desnuda? Como eres prefecto...-Dejé caer en el aire como si estuviera bastante molesta por eso pero intentando ocultarlo, yo ni si quiera me había dado cuenta y tampoco es que lo fuera a admitir que me molestaba y que me ponía un tanto celosa.- ¿A cuantas has partido? Si es que con ese palillo puedes hacer algo, claro.- Tras eso me miré las uñas mostrando en parte lo molesta que me hacía la idea y a la vez lo poco que quería creerme sus palabras. Fueran ciertas o no seguiría teniendo mi propia idea sobre el asunto y no querría aceptar su versión.-Que sepas que te has metido en tierra hostil, pequeño. Esto no a acabado aquí... - Finalicé para luego mirarle fijamente a los ojos y bastante desafiante, con una sonrisa ante todo.
Emma J. Gryffindor- Gryffindor
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