El verano es corto, pero sus historias largas {Natalie Winslet}

La verdad es que estaba un poco harto de ver cómo la gente que me rodeaba no paraba de echarle las culpas sobre el asesinato a aquella sucia muggle a mí casa, a nuestra casa... Slytherin, entre los alumnos éramos los principales sospechosos y hacían bien en sospecharlo pero sin ninguna prueba poco podrían hacer, además de que ya había utilizado a cierto alumno como tapadera para lo que había hecho, lejos de las acusaciones de algunos alumnos resentidos las pruebas no eran concluyentes, de hecho, todas apuntaban a aquel alumno ya expulsado del centro.

Al menos ya había pasado aquel discurso del director recordando la misma cháchara de siempre, que si Hogwarts es seguro, que si harán lo posible para que siga siéndolo y que si blah, blah, blah... No podría abrir la cámara secreta otra vez, algo que realmente me molestaba y por otro lado me aliviaba, sentiría la tentación de hacerlo de nuevo pero Hogwarts era mi hogar pese a que estuviera lleno de impuros y me tocaba enfrentarme a ello, si de lo contrario abriese de nuevo la cámara probablemente el colegio sería clausurado y yo era el primero que no quería aquello...

Me senté en aquellos sofás que relucían en la oscuridad pese a ser negros, me hacía gracia lo que costó en su momento que pusiesen aquellos sillones y sofás, antes teníamos que pasar con sillas completamente incómodas, por suerte las cambiaron en mi segundo año. La mayoría de la gente de Slytherin ya se había marchado a las camas, yo por el contrario estaba allí sentado, esperando a Natalie, con quien había quedado antes de ir a dormir en la Sala común, por una sencilla razón, a penas habíamos hablado durante el verano y me tenía que poner al día, era bien sabido que me gustaba enterarme de las cosas, siempre era beneficioso y si era una amistad pues no le haría el feo. Cuando apareció al fin, di una palmada en el sofá. -Winslet... Ven, siéntate.- Dije con aquel tono de voz bajo pero sin ser un susurro, a modo de saludo.

El Colegio esta estos días que no caga con todo sobre la sucia que encontraron muerta el año pasado. La verdad es que todo el mundo está un poco escandalizado por todo lo que paso y por si puede pasar de nuevo.. la verdad es que a mi ese tipo de cosas me las trae un poco ya que como soy una pura y una chica bastante reconocida por el Colegio, no tengo miedo a que me maten. Es verdad que puedo mover bastantes hilos en Hogwarts, pero tampoco es que me corone como reina de Hogwarts. Pero es verdad que muchas personas están bastante asustadas, sobretodo los niños y niñas de primero, los cuales no los aguanto en absoluto, se me hacen demasiado insoportables. Yo cuando era una cría de primero no actuaba de tal manera, actuaba de una manera muchísimo más educada y me comportaba, no como ellos, que arman escándalos como nunca y se portan lo bastante mal como para que nos puedan bajar puntos a la casa. algo que me repatea bastante. Lo bueno de ser Prefecta es que a estos niñatos puedo echarles la bronca por hacer tales cosa y es verdad que me tienen un tanto de respeto.

Lo malo de ser Prefecta es que tengo que andar por Hogwarts hasta bastante tarde para ver si hay alguna persona lo bastante mala como para enfrentarse a mi y a mi buen carácter por la noche. No es que me disguste todo eso ya que el ser Prefecto tiene sus lados positivos y privilegios, pero el hecho de tener que quedarme hasta tarde de niñera de los pasillos no me da demasiada gracia. Lo bueno es que si te encuentras a alguien que no sea de tu propia casa puedes bajar los puntos que tu veas necesarios, depende de lo que esta persona este haciendo, y bueno, yo no es que sea una persona del todo amable para esas cosas, me limito a hacer mi pequeño "trabajo", por llamarlo de alguna manera, en el Colegio. Es verdad que si me encuentro a alguien de mi casa, obviamente, no voy a bajar puntos a mi propia casa, pero si que le puedo regañar de una fuerte manera y mandarlo de la oreja a la cama.

Cuando por fin he terminado de revisar cada esquina de Hogwarts y darme cuenta de que todo el mundo esta en la cama es cuando empiezo a bajar las escaleras para llegar a la Sala Común. Es verdad que cuando llegue no voy a irme directamente a la cama, ya que Riddle me ha llamado para que hable con el.. ¿que se le habrá pasado por la cabeza? La verdad es que no se me ocurre nada en absoluto, ni una mísera idea de que querrá hablar Riddle, sobretodo a estas horas de la noche. Cuando llego a la Común es cuando puedo ver a Riddle sentado en uno de los sillones negros de la Común. Escucho lo que dice y es cuando me cruzo de brazos. —¿Que es lo que quieres a estas horas Riddle? —Me pica bastante la curiosidad. —¿No deberías de estar en la cama? Como deber de Prefecta tendré que castigarte..  —Bromeo mientras me acerco a una de las mesas en las que hay un zumo de fresa, la verdad es que tengo la garganta bastante seca. —¿Quieres algo? —Comento mientras cojo un vaso de cristal y comienzo a verter el zumo en el.

Su pregunta incrédula desde mi punto de vista no dejaba de ser algo que estaba de más, ¿Que qué quería a estas horas? Estaba más que claro, compañía de una chica que me caía bien y la consideraba alguien importante en mi vida, una persona con la que tenía mucho que hablar tras el verano por todo lo bien que nos llevábamos sin contar el que durante estos tiempos no habíamos tenido tanto tiempo para hablar y estaba claro que aunque realmente no me interesase mucho por las historias que contaba la gente o esa clase de anécdotas pero al igual que con ciertas personas, Natalie era de mi agrado por lo que no le iba a poner trabas a la hora de hablar y claro estaba que el conocimiento de mis allegados acabaría dándome algunas cosas a favor a la hora de hacer algunas cosas.

Tomé aire. -Simplemente hablar...- Contesté a su pregunta, que creía que estaba más que claro al ser personas allegadas o al menos cercanas... Últimamente me gustaba mucho dar por hechas algunas cosas. -No lo harás, supondría pérdida de puntos para nuestra casa y está claro que no quieres eso...- Le sonreí viendo cómo se dedicaba a auto servirse un zumo, en lo personal no quería por eso negué cuando me ofreció algo, aunque también prefería la cerveza de mantequilla antes que zumos, me hacían recordar a mi etapa en aquel orfanato muggle que tenía clavado en mis recuerdos y que solo anhelaba que prendiese fuego y que toda persona allí muriese calcinada. -Cuéntame, ¿Qué tal el verano?- Pregunté ya dejando ver la intención original de que estuviese allí, volviendo a dar con la palma de mi mano en aquel cojín del sofá para invitarla a sentarse de nuevo.

OFF: Perdona que sea así de mierdi post, pero ya sabes que la inspiración no es mi fuerte hoy

Noto como mi cuerpo esta bastante cansado por culpa de todo el día y lo malo es que voy a estar mucho más cansada mañana, ya que si no descanso del todo bien, mañana voy a parecerme bastante a muerto viviente o algo parecido. La verdad es que tampoco me preocupa demasiado el hecho de estar cansada ya que cuando las clases terminen, si es que no me he dormido en alguna de ellas, puedo echarme la siesta y luego hacer los deberes y así no retrasarme con nada de los estudios.. claramente, si los ruidosos de mis compañeros serpientes me dejan dormir. Es verdad que les tengo aprecio, pero a veces me sacan tanto de mis casillas que no los llego a aguantar demasiado tiempo.

Cuando Riddle me contesta la pregunta que le he hecho sobre para que me ha reunido a estas horas de la noche, pero tampoco puedo culparle de nada. No hemos tenido demasiado tiempo para hablar entre los dos, sobre todo porque no hemos contactado nada en el Verano y bueno, Riddle es de las únicas amistades 'verdaderas' que podría decir con un chico. No le veo como a un novio o algo parecido, ni me atrae, es simplemente un amigo muy bueno en el que confío bastante. Es verdad que se me hace bastante raro ya que la mayoría de los chicos van detrás de mi, pero con Riddle es diferente. —Está bien.. hablemos. —Comento con una sonrisa en mis labios.

Sonrío de medio lado de nuevo mientras me echo el zumo de fresa mientras escucho la verdad que suelta por su boca. —Puede que tengas razón.. pero no puedo permitir esto. —Sigo con la broma y esta vez me giro, mientras me apoyo en la mesa para beber un poco del zumo. Escucho la pregunta que me dice él y veo la oferta que me echa, la de sentarme al lado suyo y es lo que hago, mientras me cruzo de piernas, la derecha encima de la izquierda. —Pues bueno.. nada muy interesante la verdad. —Comento encogiéndome de hombros. —He podido permitirme ir con mi familia a Alemania y pasar una temporada allí. Después de eso todo ha sido un poco aburrido ya que los días se me hacían demasiado monótonos. —Concluyo mientras bebo de nuevo de mi vaso de cristal. —¿Y que tal las tuyas Riddle? ¿Mucho movimiento o han sido más bien aburridas? —Añado.

Hice un caso omiso a lo que mencionó de que aun así debería de castigarme, aunque sabía que no lo haría porque estaba claro que ella no iba a perjudicar su casa por más que las normas dijesen lo contrario. Además de que no le convenía hacerlo porque yo controlaba un gran Basilisco que tenía cientos de años, aunque claro está, eso no lo sabía nadie... Al igual que lo de que no pensaba reabrir la cámara secreta en un futuro cercano que dijésemos por lo que tampoco tenía sentido que yo mismo hubiese pensado en aquello. Realmente no me importaba lo que hiciese o dejase de hacer al respecto, solo era por seguirle la broma, ya me habían castigado muchas veces por incoherencias bastante notables en el sistema que había instaurado Hogwarts, y pese a aquel sistema que no me gustaba nada, lo consideraba mi casa.

Hice una mueca de sonrisa cuando accedió a hablar, aunque era en un principio la idea que tenía por lo que tampoco era muy sincera aquella sonrisa. Alemania, todavía a veces me costaba entender a la gente que manejaba cien por cien el mundo mágico ya que por desgracia tenía que estar al tanto de las noticias del asqueroso mundo muggle, y la guerra que asolaba el mundo muggle en toda Europa tenía como eje Alemania y solo deseaba que se exterminasen entre ellos, todos ellos desapareciesen de la faz de la Tierra dejando que nosotros los magos y las brujas fuésemos quienes controlásemos el mundo a nuestro antojo, aunque ya lo hacíamos pero de forma escondida claro...

Me encogí de hombros. -La verdad es que aburridas, como de costumbre...- Contesté lo mínimo posible, entre los dos últimos años ya había matado a varias personas y no podía delatarme contando aquello, así que lo maquillaría de alguna forma. -Digamos que conseguí una herencia por parte del señor Riddle senior...- Añadí con una sonrisa. -Pero nada más allá de eso.- Excepto la muerte del asqueroso muggle de mi padre, vengando la muerte y el abandono que le hizo a mi madre y acabar con su legado sucio y cómo no, librarme de mis tíos que siempre estaban tratando de ponerme trabas en mi progresión como mago.